MAN RAY
Por Itziar Etxebarria
Alumna del Curso Avanzado de Fotografía Blackkamera
Contexto Histórico en el que se desarrolla la vida y obra de Man Ray
La primera mitad del siglo XX, es una de las etapas más convulsas de la historia de la humanidad. En ella, sobre todo en el período que se sucede entre 1918 y 1945, el antiguo orden decimonónico desaparece como consecuencia de una profunda crisis e inestabilidad económica, social y política, que acaba con los valores, creencias e ideologías que habían mantenido los cimientos de la sociedad occidental en la era contemporánea. Es la época de las Revoluciones, de las débiles democracias que acaban sucumbiendo al surgimiento del fascismo y los estados totalitarios, de la industrialización masiva, del crack económico del 29, del sufragio universal (masculino y femenino), del hambre y la miseria, y de la guerra, que dejo a millones de personas con un gran vacío existencial.
Pero sin embargo, como ocurre en todos los períodos de crisis, también puede ser considerada como una de las épocas más brillantes de la Historia de la Humanidad a nivel intelectual y artístico, en relación a sus logros:
a) La revolución científica. La mecánica cuántica o la penicilina, son algunos de sus ejemplos.
b) La renovación del arte designada con la expresión de vanguardias artísticas como una ruptura frente al gusto caduco del siglo XIX. El Cubismo, el expresionismo, el futurismo, el dadaismo, el surrealismo, el funcionalismo o racionalismo en arquitectura, son algunos de sus exponentes principales. Todos ellos comparten tres características innovadoras:
-El rechazo a las tradiciones, que es manifestada mediante ejercicios de libertad personal de expresión y de innovación, que es manifestada alterando la estructura de las obras
-El abordaje de temas tabú, como la sexualidad, la violencia y el dolor de la guerra.
-El desorden de los parámetros creativos.
c) Y por último, el surgimiento de la cultura de masas, cuyo origen se basó en la aplicación de los descubrimientos de la revolución científico-técnica desarrollada, en los cambios sociales y políticos que dieron pie a la ampliación de las libertades de asociación y expresión, la reducción de analfabetismo, etc. y finalmente, en el crecimiento de los medios de comunicación, que a su vez permitieron que las manifestaciones culturales -hasta entonces disfrutadas sólo por una elite-llegasen a amplios sectores de la sociedad. El deporte como espectáculo de masas, la música popular urbana (el tango, el fox-trot, el charleston, el bolero,…), la prensa ilustrada, la difusión de la fotografía, los cómics, los carteles publicitarios, la era dorada de la radio y los inicios de la televisión y el cine mudo y sonoro, son algunos de sus más destacados ejemplos.
En este período de la Historia vivió y trabajó Man Ray como hijo de su tiempo.
- Vida y obra de Man Ray
Man Ray (1890-1976) cuyo nombre de pila era Emmanuel Radnitzky, nació en Filadelfia en 1890 y aunque no fue un estricto seguidor de las vanguardias de la primera mitad del siglo XX, es considerado uno de los contribuyentes estadounidenses al dadaísmo y al surrealismo.
En su conjunto la obra de Man Ray es polifacética, ya que no se limitó a una única disciplina artística sino que se compuso de pinturas, fotografías, objetos, collages, obra gráfica, dibujos, diseño publicitario y moda.
Llama la atención, y por eso lo destaco, que su incursión en la fotografía se produjo de una manera casual, convencido de que eran los propios artistas los más adecuados para fotografiar sus cuadros, pero tal y como dice Katherine Ware, se convirtió en uno de los fotógrafos más ingeniosos del Siglo XX, logrando ampliar las fronteras de nuestra concepción de la fotografía y replantear de forma definitiva nuestro común concepto de la belleza.
En líneas generales, su vida transcurre entre los Estados Unidos (Nueva York y California) y Francia (París), a la que acude en 1921, en busca del reconocimiento profesional que no obtiene en su país de origen, inmaduro todavía para entender el espíritu de las vanguardias artísticas con las que él se identificaba.
Su amistad con Marcel Duchamp, al que conocía desde su estancia en Nueva York, le permite entrar en el círculo de amistades de este pintor y ponerse en contacto con los miembros más insignes del dadaísmo y posteriormente del surrealismo.
La época de París que transcurre entre 1922 y 1940, es la más productiva de su carrera profesional, en la que además de pintar, ejerce de fotógrafo profesional con objeto de ganarse la vida.
Su éxito como fotógrafo es rotundo. La fotografía además de proporcionarle recursos económicos, le permite conocer a otros artistas y personalidades de la época, ampliando sus contactos y sus honorarios. Además de retratos a personas como Picasso, James Joice, André Breton, Tristan Tzara y un largo etcétera, hace sus primeras incursiones en el mundo de la moda, siendo sus fotografías publicadas en famosas revistas del sector como Vogue o Vanity Fair, lo cual le sirvió para proporcionarle una gran publicidad.
Paralelamente, su espíritu libre e innovador, le llevo a experimentar con la fotografía, transgrediendo la técnica y todos los cánones de belleza de la época, por lo que su obra fotográfica se convierte en un símbolo del arte dadaísta y surrealista, recibiendo públicos elogios de los creadores de estos “ismos” como son respectivamente los antes mencionados Tzara y Bretón.
Vuelto a Estados Unidos como consecuencia de la invasión nazi de Francia, sigue trabajando en California. Son años difíciles y finalmente en 1950, decide volver a París.
El reconocimiento y las exposiciones individuales por las que había esperado tanto tiempo le llegan a los 70 años de edad.
En 1961 recibe la medalla de oro de la Biennale de Venecia, y un año más tarde, se exhibió una selección de su obra fotográfica en la Biblioteca Nacional de Francia, en París. En la ciudad de Los Ángeles, en 1966, se organizó una magna retrospectiva de su obra, con catálogo ilustrado. En 1967, el Philadelfia Art Festival, lo nombró hijo predilecto de la ciudad.
Su puesto de honor en la Historia del Arte moderno se consolidó con su participación en la exposición Dada, Surrealism and their Heritage, organizada por el Museum of Modern Art de Nueva York, en 1968.
Murió en París en 1978, y actualmente su legado artístico se relaciona con dos grandes instituciones que poseen gran número de sus obras, el Paul Getty Museum de Los Ángeles y el Museo Nacional de Arte Moderno del Centro George Pompidou en París.
Por destacar alguno de sus más renombrados trabajos en su basto legado artístico, podríamos reseñar:
Toda su serie de rayografías, entre las que señalaría las publicadas en “Champs delicieux”, que le consagró como fotógrafo surrealista. La técnica empleada le permitía la obtención de una imagen sin cámara fotográfica. Colocando un objeto sobre papel fotográfico y exponiéndolas a la luz, obtenía una silueta de nítidos contornos sobre el papel.
Serie de sobreimpresiones, obtenidas superponiendo dos negativos que permitían transcribir un movimiento o un relieve y yuxtaponer dos elementos de manera que cobrasen un significado especial
Serie de solarizaciones conseguidas a través del efecto Sabattier, que consiste en exponer a la luz una copia positiva o negativa durante el revelado para obtener una impresión parcial de tonos.
Álbum Mr and Mrs Woodman (1947)
Alphabet for Adults (1948)
Serie de Uncorcerned photograps
Resurrection des maniquíes (1966)
Elección personal de fotografías y comentarios
a. El violón d`Ingres (1924)
Es una de las obras más famosas de Ray del período dadaísta.
Esta fotografía muestra la espalda desnuda de su amante, Kiki de Montparnasse. En un giro humorístico, Ray añade dos formas negras que la hacen parecer un instrumento musical. En ella subyace una de las ideas principales del movimiento dadaísta y es la de cambiar la realidad y dar otro uso, en este caso, al objeto retratado. Prima la idea sobre el uso convencional del propio objeto. Los artistas emplean cualquier cosa para expresar lo que quieren decir, cambiando la realidad.
En palabras del propio Ray:
“…En lo referente al deseo, no existe en realidad un abismo insondable entre el creador y el espectador. No obstante, el primero puede aventurarse demasiado lejos, merced a los medios de los que dispone, en los recursos de la técnica y provocar así una escisión momentánea ente él y el espectador, quien, impresionado por esos tours de forcé, podrá perder de vista el tema original. Y sin embargo esos tours de forcé, llevados a cabo sin un esfuerzo especial por el artista, no son más que un medio de resaltar la elocuencia del tema…”
b. L`heure de l`observatoire, les amoreux
Esta foto pertenece al periodo surrealista.
Unos labios sensuales, flotan en un cielo cargado de nubes fugaces sobre el Observatorio de París, cuya cúpula dividida, evoca el busto de una mujer tumbada. Al pie del cuadro se disponen una mesa de ajedrez, y el cuerpo de una mujer tumbada en un sofá. Lo absurdo, lo onírico y lo inesperado, guarda en esta fotografía una belleza particular en la que se produce, sin que medie la razón, una asociación de ideas entre la forma de los labios y el cuerpo de la mujer. El cuadro fue pintado antes de que Lee Miller lo abandonase. La fotografía sin embargo, que utiliza el cuadro de fondo, fue realizada después de ese momento.
En mi opinión, creo que la foto nos habla de añoranza y a la vez de enfado. Man Ray parece estar en lucha entre lo que le dictaba su cabeza, representada por el juego de ajedrez, paralelo al busto, y el deseo y la añoranza del cuerpo al que pertenecían esos labios, ubicados en un cielo que nos habla de lo efímero del tiempo y de las relaciones. La fotografía trasmite el impacto emocional que le causó el abandono de Lee Miller (hay otra fotografía preciosa de unos labios pintados, denominada untitled c.1930, que probablemente serán de ella y que se asemejan a los pintados).
c. Untitled c.1931
Finalmente, una de mis preferidas, que pertenece a una serie de fotografías sobre retratos y anatomía, untitled, y que a mí, particularmente, me parecen maravillosos. El leve desenfocado de la imagen y la luz sobre el rostro y el cuello de la modelo, transmiten la sutileza poética que tanto les gustaba a los surrealistas y con la que me identifico plenamente. Es, como todas las fotos de esta serie, atemporal.
Recomendaciones.
Los comentarios de Man Ray y el punto 2 de este artículo para “hitzak eta argazkiak”, está basado en el libro de la editorial Taschen: “Man Ray”; el cual recomiendo por el rigor de su análisis y por la selección de fotografías realizadas.
Y para los que deseéis profundizar y tengáis tiempo, dos enlaces que me han parecido interesantes:
– https://www.youtube.com/watch?v=zHBPwtExyHo
– https://www.youtube.com/watch?v=slyd71dFK6Y
Finalmente y a nivel anecdótico, comentaros que los ecos de Man Ray son visibles a día de hoy, en la campaña publicitaria de una marca de cosméticos internacional. Dicha marca exhibe un cartel publicitario en una famosa superficie comercial ubicada en Bilbo y en Gasteiz. Ahora que llegan las Navidades y que seguro que os pasaréis a comprar algún regalo por esos grandes almacenes, os invito a descubrirlo. ¿Cuál será la foto?
Concluyo con las palabras del propio Man Ray:
…”Fotografiando mis cuadros he descubierto el valor que les confiere la reproducción en blanco y negro. Un día destruí el cuadro y conservé la foto. Desde entonces no he cesado de persuadirme de que la pintura es un medio de expresión obsoleto, y que la fotografía la destronará cuando la educación visual del público sea una realidad”…