Entrevista de la Escuela de Fotografía Documental Blackkamera a Carlos Gollonet.
Por David Tijero Osorio, colaborador de Blackkamera.
Con motivo de la retrospectiva que la Sala Rekalde expone sobre la obra del fotógrafo Bruce Davidson, uno de los autores que mayor influencia ha ejercido en el uso de la imagen como soporte documental, charlamos con el comisario de la misma Carlos Gollonet quien reflexiona sobre la figura y obra de dicho autor.
¿Es esta una exposición para todos los públicos o es deseable una documentación previa sobre el autor para poder disfrutar de ella plenamente?
Siempre es interesante tener información para comprender mejor la obra que estamos viendo, pero en este caso de Davidson su obra habla por sí misma, es muy visual y directa. Además, a cada serie en sala, le acompaña un texto introductorio que nos da las claves de lo que vemos a continuación.
En la muestra se exponen casi doscientas imágenes que abarcan varias décadas de trabajo, ¿cuál ha sido el criterio para la elección de las mismas? ¿Puede hablarse de la exposición más completa hasta la fecha que se ha hecho del autor?
Efectivamente, es la mayor retrospectiva y la más amplia que se ha organizado hasta la fecha. Y el criterio para la selección de las imágenes pretendía precisamente ser abarcador y mostrar no solo sus series más conocidas y publicadas, sino junto a ellas, otras igualmente interesantes que hasta ahora lo eran menos, incluso no expuestas anteriormente. Algunas de sus primeras series, o las últimas, o alguno de sus viajes por ejemplo. Con todo ello, se pretende hacer un recorrido que sea capaz de dar luz sobre su extensa y compleja obra desarrollada durante casi seis décadas de trabajo continuado.
“Davidson ha documentado de una manera profunda diversos temas y realidades, pero su manera de acercarse a ellos lo aleja de la fotografía documental que por definición mantiene distancia con el tema.”
¿Cuál sería la intención última del autor cuando fotografiaba? ¿Saciar un deseo personal? ¿Documentar un tiempo y un lugar? ¿Fiscalizar de algún modo la sociedad en la que vivía?
Toda la obra de Davidson tiene una clara conexión personal. Lo que no quiere decir que fotografiara otros temas fruto de encargos comerciales o de revistas que realizaba simplemente para poder dedicarse con libertad a los temas que realmente le interesaban, como las fotografías de moda o de rodajes de cine, con las que no se sentía cómodo. En todas sus series principales vamos a encontrar esa conexión, ese interés real, que le llevaba a centrarse en un tema durante largos espacios de tiempo, a veces años. Temas que el autor vive en primera persona y comparte con nosotros a través de su fotografía.
¿Es acertado definir a Bruce Davidson como fotógrafo documental o esa es una definición incompleta ateniéndonos al calado de su obra?
En líneas generales sí, pero habría que matizar mucho esto. Está claro que Davidson ha documentado de una manera profunda diversos temas y realidades, pero su manera de acercarse a ellos lo aleja de la fotografía documental que por definición mantiene distancia con el tema. En su caso hay una implicación personal que nada tiene que ver la fotografía documental clásica, a la manera, digamos, de Walker Evans. En todo caso, podríamos acotar algo más diciendo que es un fotógrafo que sigue la tradición de la fotografía documental de carácter social, aquella que a principios de siglo inauguraran fotógrafos como Lewis Hine, a quien tenía como referente en algunos proyectos. De todas maneras, Davidson nos ayuda cuando se definió a sí mismo como fotógrafo humanista, por lo tanto, su filosofía de la vida está basada en su relación personal con la realidad.
“Sus fotografías no son fruto de una “instantánea”, sino que van surgiendo tras un conocimiento real no solo del tema sino de los protagonistas de sus fotografías”
Una de las principales características de Bruce Davidson es la gran empatía que consigue con aquellos que retrata, gente que vive en un entorno ajeno al del fotógrafo y que las más de las veces son desheredados del sistema, ¿cómo consiguió esa, por llamarlo de algún modo, horizontalidad entre fotógrafo y fotografiado?
Su carismática presencia, su amabilidad y sobre todo, su respeto e interés real por la vida de las personas que fotografía. Sus fotografías no son fruto de una “instantánea”, sino que van surgiendo tras un conocimiento real no solo del tema sino de los protagonistas de sus fotografías. Interés que en muchos casos mantiene aún después de realizar la toma, manteniendo el contacto durante años con ellos.
Todo creador de larga trayectoria va evolucionando con los años movido por nuevas inquietudes, maneras de trabajar, etcétera, ¿cuáles serían las principales diferencias, en estilo o temática, entre los primeros trabajos realizados por Davidson y los proyectos de los últimos años?
Las principales diferencias se van a ver más en su estilo o manera de enfocar un tema concreto que el propio tema. Podríamos decir que Davidson pone su manera de trabajar al servicio del tema y no al contrario. Evidentemente, cuando hay por medio más de cincuenta años de trabajo en los que ha pasado de todo en la historia de la fotografía, su obra está impregnada de esos estilos. Resumiendo esto en pocas palabras, podríamos decir que más que un estilo, técnica o proceso, o un tema determinado, es su sistema de valores aplicados a la fotografía lo que define su trabajo y le da coherencia. Y sí, hay una clara evolución entre los primeros proyectos y los más recientes, desde una mirada más afectiva y melancólica —desde la penumbra y cierta distancia en los planos— hasta una proximidad insistente y realista en sus retratos más despojados y directos desde finales de los años sesenta.
“El contacto directo con la realidad a veces se convierte en arte de la mano de creadores que reflexionan sobre ella”
Algunas de las fotografías de Bruce Davidson se han convertido prácticamente en iconos, reconocibles por cualquier aficionado a la fotografía, ¿qué ha de tener una fotografía para convertirse en icónica y sobresalir por encima de otras? ¿Depende también del contexto que le rodea a la misma o la imagen de por sí se vale por sí misma para alcanzar tal categoría?
Aunque en la obra de Davidson las series adquieren su fuerza por la acumulación de imágenes que forman el retrato de una vida, encontramos, casi desde el inicio, imágenes poderosas con un fuerte valor individual. Davidson muestra una capacidad extraordinaria para captar la esencia de la vida del personaje en una sola imagen, como en el caso de los retratos de Jimmy Armstrong y otros personajes que encontramos en otras series como Brookling Gang o East 100st. Es difícil definir lo que hace una fotografía icónica. La historia de la fotografía se va conformando con esos momentos de creación que surgen, inesperados, discontinuos, en un panorama de rutinas y convenciones. El contacto directo con la realidad a veces se convierte en arte de la mano de creadores que reflexionan sobre ella. En el caso de Davidson y de otros muchos fotógrafos, es una mezcla de elementos que confluyen en esa imagen, la composición, el encuadre, el mensaje que trasciende la fotografía… Muchas veces es la tensión que se crea entre lo visible, es decir, el contenido que se conforma de estos elementos (encuadre, composición, contraste…) y lo invisible, esos pensamientos que el fotógrafo consigue expresar con la imagen, su capacidad para transmitir emociones. Cuando todo ello confluye en una imagen, un simple retrato puede adquirir un valor universal.
¿Quiénes serían los autores que vinieron tras él y que más han sido influenciados por la obra de Davidson? A su vez, ¿fue un pionero en el modo de describir mediante imágenes o él también encontró inspiración en escuelas o autores previos?
Cuando Davidson empieza a trabajar tiene un claro referente en algunos de los principales fotógrafos del momento como Cartier-Bresson (cuya obra, sin embargo, no deja casi trazas en la suya), Eugene Smith y Robert Franck sí influyen de una manera más clara sobre todo en sus primeros años. Sus primeras series (The Wall, The Dwarf), están impregnadas de un halo melancólico con unos contrastes exagerados de claroscuro y un delicado acercamiento a los planos más íntimos, que nos recuerdan las formas poderosas, los tonos dramáticos y la narratividad de Frank y Smith. En los sesenta (Brookling Gang), con un estilo más gestual, una mirada fugaz, parcial y transitoria, renueva con un lenguaje propio y una nueva libertad de visión la estética del momento como están haciendo el propio Frank o William Klein. En la década siguiente, tiene una mirada más directa, invasiva y próxima, en la línea de fotógrafas como Diane Arbus. Y sobre todo, es uno de los primeros que se ocupa de aspectos ocultos de la sociedad hasta el momento ausentes de la fotografía artística (como en su serie East 100st). Tanto esta serie, como el libro que le acompañó, se convirtieron en su obra más influyente para las nuevas generaciones de fotógrafos documentalistas.
“Hoy día la extensión de la fotografía es tal, que abrirse un camino, crear una obra propia, tener la capacidad de inventar es un auténtico desafío para las nuevas generaciones de fotógrafos.”
¿La obra de Bruce Davidson habría alcanzado la repercusión que a día de hoy tiene si hubiera empezado a fotografiar en la actualidad o su trabajo habría pasado desapercibido en la marea visual en la que vivimos?
Interesante pregunta. La historia de la fotografía lo va a tener difícil en las próximas décadas. No creo que pasara desapercibido, es un buen fotógrafo que sabe plantear siempre una mirada personal e interesante, pero hoy la extensión de la fotografía es tal, que abrirse un camino, crear una obra propia, tener la capacidad de inventar es un auténtico desafío para las nuevas generaciones de fotógrafos.
La retrospectiva sobre Bruce Davidson se expondrá en la Sala Rekalde de Bilbao del 05 de febrero al 06 de mayo de 2018)