© Antoine D´Agata
© Antoine D´Agata
“Para mí la fotografía no es un juego, ni una forma de ver el mundo, sino un modo de ejercer mi libertad. Nace de la necesidad de impulsar las cosas hasta su extremo, comprometerme hasta donde nunca imaginé. Por eso hice de mí el material de mi propia obra, para no olvidar que cada gesto, que cada movimiento, que cada acto me incumbe.”
© Antoine D´Agata
Estos planos de vídeo forman parte de una secuencia, presentados sin ninguna lógica concreta. Ella quería sentir. Filmarla era el único modo con que captar, con una cierta inmediatez, la caótica y al mismo tiempo inexplicable mezcla de temor y placer experimentado durante el frenesí. La danza macabra de un cuerpo mercantilizado que venera el puro consumo y que se lleva a los extremos de la violencia inducidos por el crack. La atracción hacia el vacío de un cuerpo prostituido y drogadicto, más allá del alcance del razonamiento o la conversación. Esta geometría brutal y aleatoria resiste cualquier tentativa de interpretación, de narración o de encuadre en un resultado arbitrario de la forma o del sentido. No necesité hacer ninguna selección ni creí que ninguna de las imágenes pudiera acabar ocupando una posición privilegiada. Lo aleatorio es la única selección: un repertorio de ritmos, de perspectivas, de posturas que van del estatismo fotográfico a la acción cinematográfica. Momentos de vida que no se pueden resolver más que por las propias acciones por muy grande que sea la tentación de dejarse llevar por la inercia.
Fragmentos aislados, relatos inacabados de interacciones absurdas con el mundo, manifestaciones que desafían toda la posible jerarquía de pensamiento o perspectiva. Un lenguaje menos inclinado hacia el lirismo estético, más poroso, permeable, capaz de dar cuenta de la violencia sufrida y generada por la búsqueda del placer a cualquier precio. La promesa fotográfica, un lenguaje unido a un modo intrincado y confuso a la experiencias de las que deriva, queda reducida a esta posibilidad de vivir intensamente las propias ficciones, en toda una serie de formas enloquecidas de un cuerpo a cuerpo con el mundo.
Antoine D´Agata, Nuevo Laredo, Mexico, Noviembre 2006
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