Tenemos que dejar sitio a los demás. Esto es una rueda, te subes y llegas al final, alguien más tiene tu misma oportunidad y ocupa tu lugar, hasta el final, una vez más, siempre igual. Nada nuevo bajo el sol.
© Vivian Maier
© Vivian Maier
A día de hoy hay poca gente que no conozca la increíble historia de Vivian Maier (1926-2009).
Neoyorquina, hija de refugiados judíos oriundos de Francia y Austria, pasó su infancia a caballo entre Francia y Estados Unidos, donde convivió, junto a su madre tras ser abandonadas por su padre, con Jeanne J. Bertrand, una pionera de la fotografía de retrato de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, considerada en su época, a los 21 años, como una eminente fotógrafa. Es muy posible que esta convivencia hiciera nacer la vocación fotográfica en Vivian.
En la década de los 50 empieza a trabajar de niñera en Nueva York y simultáneamente, en sus ratos libres, fotografía sin cesar las calles y las personas de la ciudad, documentando el devenir de esa gran urbe. Sin embargo, sus escasos ingresos no le permitirían revelar todos los rollos de negativos que generaba.
En 1956 se traslada a Chicago, como niñera también para otra familia, y donde continúa con su vocación por retratar el pulso de la ciudad; en esta época cuenta con un cuarto oscuro donde revelar parte de su trabajo. Pero con cada cambio de familia la cantidad de rollos sin revelar se acumulan por falta de recursos.
Tras dedicar 40 años a cuidar niños, son varios de éstos, en su edad adulta, los que le proporcionan una pequeña ayuda económica hasta el final de su vida.
Primeramente con una Rolleiflex y en blanco y negro, posteriormente en color con una Leica, el legado de la niñera asciende a más de 100.000 negativos. Pero desgraciadamente no tiene medios ni sucesores para mantener y conservar esa herencia, por lo que sus pertenencias son subastadas. El azar hace que John Maloof los adquiera en 2007 y descubra el tesoro que albergan.
Por desgracia Vivian Maier fallece poco antes de que Maloof pueda ponerse en contacto con ella.
El ingente trabajo de revelado y escaneado de los negativos da como resultado un aclamado film documental sobre la vida y obra de la fotógrafa titulado “Finding Vivian Maier” y varios libros.
Como resumen de su personalidad y actitud, las personas a las que cuidó en su niñez la describían de este modo:
Era socialista, feminista, crítica de cine y campechana. Aprendió inglés yendo al teatro porque le encantaba. Solía llevar chaqueta de hombre, zapatos de hombre y un sombrero grande. Estaba tomando fotografías todo el tiempo y luego no se las enseñaba a nadie.
[SLGF id=10377]Referencias
Página web oficial de Vivian Maier y la colección Maloof