Por: Leire Etxazarra, periodista de Eitb.
Han sido 12 horas de taller, y algunas más, tanto o más jugosas, compartiendo tentempiés, anécdotas y risas, en las que 15 privilegiados hemos podido disfrutar de los conocimientos, la cercanía y la calidez de Stuart Franklin, fotógrafo miembro de la agencia Magnum y presidente de la misma entre 2006 y 2009.
Es difícil resumir algo tan enriquecedor y tan intenso en un puñado de citas. Estas 25 son sólo una pequeña muestra de lo que Franklin compartió con nosotros. Siempre implicado y siempre de buen humor, pero eso sí, sin dejar de ser despiadado (o ruthless, como le gusta decir a él) en la edición.
Eskerrik asko, Stuart!
1. Uno de los desafíos de la fotografía es poder mostrar las emociones que se viven en el momento y, si se puede, captar instantes simbólicos.
2. El objetivo del fotoperiodismo es ir más allá de la historia que vamos a contar, llegar al fondo.
3. Lo maravilloso de la fotografía documental es que cualquier cosa “normal” que fotografiemos ahora nos llamará la atención dentro de 20 años (la ropa que llevan las personas, los coches, etc.) No importa lo cotidiano que pueda parecernos algo, en unos años esa imagen será un documento significativo de una época.
4. Una de las mejores cosas que tiene la fotografía es la ambigüedad. La poesía de una foto es más importante que su capacidad para describir las cosas.
5. Para que una imagen sea visualmente elocuente, es importante usar todo el espacio del encuadre. Además, hay que cuidar los detalles que aparecen en la imagen y tener muy en cuenta cuáles de ellos captarán primero la atención de nuestro ojo.
6. Los fotógrafos de Magnum tenemos la costumbre de caminar mucho, encontramos nuestras historias mientras vamos andando. Si te mueves en coche, no consigues esa proximidad con lo que fotografías.
7. Uno de los problemas más habituales a la hora de fotografiar algo es que no esperamos lo suficiente para hacer una foto. Normalmente pregunto a mis estudiantes cuántas fotos han hecho de una misma escena, y lo más habitual es que me contesten que cuatro o cinco. Y siempre les digo lo mismo: no es suficiente.
8. Cuando trabajamos en un proyecto, tenemos que evitar dar la sensación de estar repitiéndonos en nuestras imágenes, y para ello lo mejor es transmitir que hemos pasado tiempo en ese lugar (hacer fotografías tomadas en diferentes condiciones lumínicas, climatológicas, etc.)
9. Yo entiendo lo documental como el tratamiento creativo de la actualidad. Hay fotos, por ejemplo, que son interpretaciones psicológicas de una realidad, y son perfectamente válidas como testimonio documental de un suceso o una situación. Lo documental no tiene que ser meramente descriptivo, las analogías son perfectamente válidas.
10. Josef Koudelka, en su proyecto “Wall”, una serie de imágenes de paisajes en la zona del muro que separa Israel de la Franja de Gaza, incluye una foto de un campo de olivos totalmente arrasado en el que sólo uno se mantiene en pie. El olivo es un símbolo cultural y económico de la zona. La foto en cuestión es una alegoría perfecta de la opresión que se vive allí. Y eso también es documentalismo.
11. El poder de la fotografía está en su capacidad para arrojar luz sobre ciertas situaciones de injusticia y ser capaz de provocar reacciones sin la ayuda de los textos.
12. Acompañar una foto con un texto no le quita calidad a la imagen.
13. El documentalismo no es una práctica objetiva. Que para documentar algo haya que ser objetivo es un mito. Detrás de una fotografía siempre hay una intención subjetiva, aunque hablemos de una imagen captada por una cámara de vigilancia. El lugar donde se ha colocado esa cámara y hacia dónde apunta es ya una decisión subjetiva.
14. Hay trabajos en los que la intimidad del fotógrafo con los sujetos hace que éste se vuelva invisible. Esa proximidad da a sus imágenes un plus y un valor añadido.
15. Los fotógrafos cuentan su propia historia, su visión, de lo que está ocurriendo en el mundo.
16. Uno de los principales cometidos de la fotografía y del periodismo debe ser y es combatir los estereotipos.
17. A veces, el fotoperiodismo elimina el contexto subjetivo de las fotografías (cómo llegó el fotógrafo a la zona, desde dónde, en qué situación se tomó…), y ese contexto es importante.
18. Casos como el de Kevin Carter, objeto de innumerables críticas por hacer la famosa fotografía del buitre y el niño desnutrido, han hecho que los fotoperiodistas tengan miedo a las críticas y eviten explicar ese contexto subjetivo. James Nachtwey, por ejemplo, muestra sus fotografías filtradas y sin dar explicaciones del contexto en el que se tomaron.
19. Frente al video o la imagen en movimiento, la fotografía tiene una ventaja que resulta mágica: su capacidad para capturar y resaltar cada detalle (marcas, texturas…) Y no sólo eso, sino que te da la oportunidad de observar esa imagen durante todo el tiempo que quieras.
20. La fotografía convierte situaciones cotidianas (mirar a través de una ventana cuando viajas en autobús) en una especie de cuadro en el que el espectador puede meterse (es fácil de ver cuando en una foto se combinan reflejos, diferentes escenas…)
21. Escenificar una situación para fotografiarla no tiene porqué ser malo. Depende de la intención con la que se haga. Si la intención es engañar, entonces sí es un problema, pero si, por el contrario, lo que queremos es mostrar o describir una situación, no hay nada que objetar.
22. La edición es muy importante. A veces, puedes estar tres meses trabajando en un tema pero no darte cuenta de cuál es tu mensaje, lo que quieres transmitir, hasta que te pones a editar tu trabajo.
23. El uso del blanco y negro hace que contar una historia de forma coherente sea más fácil. El color, en cambio, da más problemas: algunas imágenes tienen colores más saturados, otras más suaves… y eso es más difícil de combinar.
24. Cuando editamos una historia hay que tener mucho cuidado y no forzar al lector a hacer determinadas lecturas. Tampoco conviene hacer conexiones demasiado evidentes cuando relacionamos una foto con otra, hay que ser sutil y sofisticado, no banal, y la frontera entre ambas cosas es muy estrecha.
25. (Sobre el uso de las redes sociales): Estoy en contra de la dictadura del ‘like’. Si Van Gogh hubiese colgado sus cuadros en Facebook o Instagram, se hubiera cortado la otra oreja, los brazos y las piernas y no hubiera pintado más de un cuadro. Lo hubieran crucificado en Facebook, porque su obra no gustaba en la época en que vivió. El reconocimiento le llegó de forma póstuma. Hoy sus cuadros alcanzan cifras récord en las subastas. Así que demos gracias a que vivió en un tiempo en el que no había redes sociales.