En una entrevista realizada por Nekane Lauzurika del grupo Noticias, Paulina Rojas-Paz colaboradora de Blackkamera apuesta junto a la Kooperativa de iniciativa social Kulturbegi por la imagen como vehículo de transformación.
Desde su Chile natal hasta Bilbao, la historia de Paulina Rojas-Paz ha estado marcada por la búsqueda de un lenguaje que combine la sensibilidad social con la expresión artística. Aunque estudió Trabajo Social y se especializó en Derechos Humanos, fue en la Escuela de Fotografía Blackkamera donde decidió profundizar en la fotografía como herramienta de intervención y cambio.
“En Bilbao la fotografía me capturó de otra forma y decidí no soltar ya más mi cámara”, reconoce con una sonrisa.
Actualmente, colabora con Kulturbegi y Blackkamera en proyectos de inclusión social a través de la imagen.
Fotografía y transformación social
Su trabajo con Kulturbegi se basa en la socio-educación fotográfica como un modelo innovador para la intervención social.
“El ecosistema de intervención social puede incorporar nuevos enfoques y, en ese contexto, la fotografía y las artes visuales pueden ser un instrumento útil para el tejido social”, explica.
Desde Blackkamera, además de formar a futuros profesionales de la fotografía, buscan potenciar el uso de la imagen como herramienta de integración socio-laboral.
“Hoy en día, la digitalización de las imágenes nos permite desarrollar intervenciones sociales innovadoras que contribuyan a la equidad y la inclusión de los sectores más vulnerables”, sostiene Paulina.
En el proyecto de Kulturbegi, la fotografía no solo ayuda a desarrollar habilidades técnicas, sino también competencias sociales que favorecen la reinserción laboral. Algunos participantes han conseguido prácticas profesionales, mientras que otros han expuesto sus proyectos en espacios culturales, generando un impacto positivo en su autoestima y reconocimiento social.
La importancia del respaldo institucional
Sobre el apoyo de la Diputación Foral, Paulina destaca su relevancia, pero subraya la necesidad de continuidad en el tiempo:
“No hay que verlo como un gasto, sino como inversión social que puede prevenir costes futuros y fomentar la actividad económica y la innovación”.
Una imagen como memoria social
Como estudiante del máster de Historia Contemporánea en la UPV/EHU, Paulina visualiza la fotografía como un registro de la memoria social y cultural.
“Si pudiera capturar una imagen del pasado reciente, usaría un 50 mm, porque se asemeja más a la visión humana, y la haría en blanco y negro, para generar la sensación de suspensión del tiempo”, describe.
Inspirada por figuras como Eulalia Abaitua, Tina Modotti o Graciela Iturbide, su mirada se dirige a los rostros y los espacios públicos como testigos de la historia.
Desde Blackkamera y Kulturbegi, Paulina Rojas-Paz sigue explorando las posibilidades de la fotografía como puente entre la creatividad y el compromiso social.
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