ARNO RAFAEL MINKKINEN. EL RIESGO HECHO VISIBLE
Por David Guerrero
Alumno del Curso Avanzado de Fotografía Blackkamera
Según Oscar Colorado, «un fotógrafo, para poder decir que lo es, no es el dueño de una cámara. Tampoco es quien ha hecho muchas fotografías. Es aquel que se apodera de un tema». Y eso es lo que ha logrado el finlandés Arno Rafael Minkkinen combinando los géneros del paisaje y del autorretrato en sus trabajos, en los que su cuerpo se mimetiza e integra en el entorno generando una nueva realidad inventada, en ocasiones ambigua e inquietante.
Hay quien incluye a Minkkinen en la categoría de «performer» e incluso de «endurance artist» teniendo en cuenta que utiliza su propio cuerpo como sujeto fotografiado en desiertos, lagos, paisajes nevados, o levitando sobre cañones rocosos. Sin artificios. Sin dobles exposiciones ni ayudantes. Sin retoques digitales. Aunque pueda ser tipificado como un fotógrafo conceptual del cuerpo humano al estilo de Lucas Samaras, John Coplans o Vito Acconci, las fotografías de Minkkinen exhalan una magia profunda, poética, ingeniosa, que desafía la clasificación.
Minkkinen viene realizando su trabajo de forma continuada desde principios los setenta y ha conservado durante más de cuarenta años las facultades receptivas de un niño que mira el mundo por primera vez, tal como expresaba Bill Brandt. Son hermosas fotografías realistas en blanco y negro que sin embargo destilan ambientes surrealistas y que transmiten sentimientos como soledad, serenidad, tristeza y amor. En sus retratos aparece él mismo, su hijo Daniel y aquellas mujeres que han pasado por su vida.
«Ismo’s Stick», Fosters Pond (Estados Unidos), 1993. © Arno Rafael Minkkinen.
LA SEMILLA
Minkkinen comenzó una serie de autorretratos desnudos inspirados en parte por los últimos trabajos de Diane Arbus, a uno de cuyos cursos pretendió asistir y que finalmente no se celebró debido al suicidio de la autora. Su fotografía favorita de Arbus es la del niño con una granada de mano en Central Park, ya que así de extraño se sintió Minkkinen cuando llegó a Brooklyn con seis años desde su país natal. El impacto psicológico de la emigración se acrecentó por su nariz achatada y su labio leporino operado. Minkkinen sentía que, de haberse conocido, Diane le hubiera pedido que le dejara retratarse por ella.
Como las de Arbus, las fotografías de Minkkinen tienen un componente directo visualmente claro y al mismo tiempo misterioso. Desafían la noción de la foto bonita para invitar a la persona que la observa a descubrir las sutilezas y símbolos escondidos. «Una fotografía es un secreto sobre un secreto. Cuanto más te cuenta, menos sabes», decía Diane.
«Fosters Pond II», Fosters Pond (Estados Unidos), 1989. © Arno Rafael Minkkinen.
MOTIVACIONES
Según la declaración de intenciones del artista de 2009, «uso mi cuerpo como un medio de expresión de nuestra relación con la Naturaleza. He querido explorar el mundo interior de nuestros miedos, esperanzas y deseos en un intento de establecer una comunión con el mundo que habitamos». Minkkinen suma su cuerpo al paisaje como un punto de entrada para la Humanidad al mundo de sus ideas. Joel Meyerowitz expresaba en este sentido: «Pensamos en la fotografía como imágenes. Y lo es. Pero yo pienso en la fotografía como ideas. ¿Y las imágenes sustentan tus ideas o son sólo buenas imágenes? Yo quiero tener una experiencia de profundización, que me haga sentir vivo, despierto y consciente». Recientemente el artista declaraba: «Me gusta transmitir con mis fotografías un mensaje para el planeta, empecé a buscar la respuesta a la muerte, que es un objetivo muy primario, y cuando ves un árbol caído que se queda ahí en el suelo, te reconforta pensar que eso es lo que nos pasa a nosotros, no necesito un dios que me explique qué hay más allá».
Muchas de las fotografías de Minkkinen parecen una representación del término finés «jokamiehenoikeus» o de su equivalente sueco «allemansrätten», un derecho declarado en los países nórdicos europeos a transitar y pernoctar libremente en la Naturaleza, ejercido desde el respeto al entorno y a los propios dueños del lugar. Tal y como expresaba Georges Braque, a Minkkinen no le interesa copiar la Naturaleza, sino ponerse a la par de ella, eliminando cualquier tipo de distracción para establecer una conexión directa con la mente de los espectadores. Además de esta influencia ecologista de su tierra materna, Minkkinen ha estado influenciado intermitentemente por el Kalevala, el poema épico finlandés del siglo XIX.
«Kivisaari», Hirvensalmi (Finlandia), 2007. © Arno Rafael Minkkinen. «Kivisaari» significa en finés «isla de la piedra».
CONCEPTO ARTÍSTICO
Minkkinen ha generado un concepto fotográfico concreto, lo que hace fácilmente identificable su trabajo por más aislado que se encuentre. Cuando observas las fotografías de Minkkinen te invade una clara sensación holística de que el todo es mayor que la suma de sus partes, posiblemente derivada de la atención del artista a las leyes de la Gestalt en la composición de sus imágenes.
Minkkinen se impone cuatro exigencias en su expresión artística relacionadas con el pensamiento de Georges Braque «Sin limitaciones, nuevas formas emergen», en el sentido de que el artista debe romper con sus propias limitaciones y con lo que nunca se permitiría abordar:
- Ausencia de ropa en el sujeto fotografiado: le permite utilizar la desnudez y la mimetización para acusar el sentimiento de comunión con la Naturaleza, y lograr fotografías no sólo atemporales, sino que incluso se encuentran «fuera del tiempo».
- Una única toma para cada fotografía sin artificios de edición ni exposiciones múltiples al estilo de Jerry Uelsmann.
- Sin ayudantes que comprueben su posición en la imagen o cualquier colaboración, ya que Minkkinen desea ser el único responsable de la toma.
- Sin modelos que no sean él mismo o de su familia más cercana (para no ponerles en peligro o en incomodidades); en palabras del autor: «Muchas de mis fotografías son difíciles de hacer. Algunas incluso pueden ser peligrosas. No quiero tener a alguien que me acompañe en el camino del peligro con los riesgos que tengo que tomar: asomarme a un precipicio o permanecer bajo el agua por el bien de mi foto. Algunas de mis fotos puede parecer simples, pero en realidad pueden poner a prueba los límites de lo que un cuerpo humano es capaz de hacer o está dispuesto a arriesgar. Así que les título autorretratos, y así el espectador sabe quién está en la imagen y quién la tomó». Hace varias décadas Minkkinen escribió: «El arte es el riesgo hecho visible», siendo consciente de que el espectador desea ver los riesgos que el artista es capaz de asumir para realizar sus obras.
Derivado de las exigencias autoimpuestas, siempre que toma una fotografía se convierte en parte en un fotógrafo documental: «Si ves mis brazos emerger de la nieve, yo estoy bajo la nieve. Trato el medio de la misma forma que lo hace un fotógrafo de calle». Para Minkkinen, lo que sucede delante de su cámara ocurre en la realidad, y al mismo tiempo, lo que sucede en su mente puede acontecer dentro de la cámara. En palabras de Matt Black: «Nuestra función es contar historias no sólo captándolas, sino creándolas».
En el número 42 de la revista Exit Minkkinen declaraba: «En el origen fue el cuerpo, el verbo hecho carne, finalmente es lo que somos: carne. Fragmentos de cuerpos habitan en almacenes, galerías y museos. Fragmentos de piel que llevan inscrita una historia. Tal vez es lo único que finalmente nos quede: el cuerpo. Un cuerpo donde habita nuestra identidad. Toda gira en torno a nuestro cuerpo, divino o no, pero siempre humano. El cuerpo es lo primero en lo que nos fijamos, nuestra tarjeta de visita, la primera impresión. Gracias al cuerpo sentimos toda la gama infinita de sensaciones, porque el cuerpo es, sin lugar a dudas, un territorio sin límites. El cuerpo es un volumen en el plano, un objeto al que podemos anular el alma y convertir en materia, un objeto que es referencia de otros conceptos más allá de la propia carne».
«Self-portrait from the Shelton Hotel Looking East«, Nueva York (Estados Unidos), 2005. © Arno Rafael Minkkinen. El Hotel Shelton de Manhattan (ahora Marriott East Side) fue el hotel más alto del mundo en 1924 con 34 pisos.
DESNUDO BAJO LA LLUVIA
Este verano tuve la oportunidad de visitar la exposición de Minkkinen en el Centro Niemeyer de Avilés, en el que se exhibían varias obras inéditas del artista. En la entrada, una imagen en gran formato de su cuerpo desnudo levitando sobre el río Arno creaba un guiño humorístico de bienvenida al visitante.
Muchas de las fotografías me impactaron por cómo estaban construidas, por la magia que respiraban, por la originalidad que contenían; costaba trabajo creerlas, pero eran tan reales como el hambre, la sed o el dolor. En una de sus fotografías parece que las manos del sujeto intentan separar los rascacielos de Manhattan. Como queriéndose abrir paso hacia esos lagos y bosques en los que se siente en comunión con la Naturaleza. Como King-Kong queriendo volver a su jungla en la Isla Calavera. Viendo esa imagen me vino a la cabeza la canción «Naked in the rain» de Red Hot Chili Peppers:
«Hay un nudo y está en mi garganta
estoy enamorado de lo salvaje,
desnudo en el río, bañándome a mi manera
sólo quiero jugar en la catarata
desnudo bajo la lluvia»
Allí donde ha estado, Minkkinen ha sabido MIRAR, encontrando el modo de integrarse en la Naturaleza y devolviendo al mundo más bellleza de la que éste le ha entregado. Ha conseguido durante más de 40 años conservar una visión clara y por ello produce, como decía Paul Strand a sus alumn@s, fotografías con vida propia.
La pureza y minimalismo de las fotografías de Minkkinen invitan inconscientemente a CONTEMPLAR, tomando prestado por momentos el cuerpo del artista imaginando las aguas heladas envolviéndonos o la brisa rodeando nuestra figura. Según Paul Graham «puedes ver y fotografiar un río y hacer fotografías preciosas. Puedes coger un poco de agua en una jarra y fotografiarla. Será bello. Pero cuando te metes dentro del río y te pones en medio y ves cómo el agua se separa para rodear tu cuerpo y luego unirse detrás de ti como si no existieras, como si nunca hubieras existido, es algo hermoso». En palabras del propio Minkkinen: «Si no bajo la vista, puedo imaginar cualquier cosa».
Video: «Human Geometry: An Interview with Arno Rafael Minkkinen» (en inglés) . © Maine Media College.
Actualmente es profesor de Arte en la Universidad de Massachusetts Lowell. También es docente en la Universidad de Arte y Diseño de Helsinki y en el Maine Media College en Rockport. Publicado y exhibido en todo el mundo, el trabajo de Minkkinen lo podéis encontrar en las colecciones del Museo de Arte Moderno de la Ciudad de Nueva York, el Museo de Bellas Artes de Boston, la Galería Addison de Arte Americano en Andover, el Musée d’Art Moderne de la Ville de París y el Centro Georges Pompidou de París, el Musée de D’Elíseo en Lausana, el Center for Creative Photography en Tucson, y el Museo Metropolitano de Fotografía de Tokio, entre muchos otros.