MANUEL FERROL. EL FOTÓGRAFO DE LA EMIGRACIÓN ESPAÑOLA
Por Ángel Ruiz
Alumno del Curso Avanzado de Fotografía Blackkamera
Fue la casualidad la que me hizo describir al autor; este verano, visitando el archivo de los indianos en Colombres (Asturias), una foto recibía a los visitantes….
…creo que no puede describir las sensaciones que percibí en ese momento y solo pensé, tengo que encontrar al autor; este es, Manuel Ferrol.
Biografía
Nació en la costa de la Muerte en 1923, en el cabo Vilán, su padre era torrero del faro, vivir en un faro cerca del mar le hizo espectador directo de números sucesos, naufragios, etc. Cuando tiene veinticinco años decide trasladarse A Coruña para estudiar en la Escuela de Náutica, carrera que abandona porque descubre su pasión; la fotografía, animado por su amigo Juan Castuera tras ver sus trabajos como aficionado.
Abrió su primer estudio de fotografía en Betanzos, dedicándose en un primer momento a realizar retratos de niños a domicilio, posteriormente se traslada a Ferrol y finalmente se asentó en A Coruña donde consigue trabajar para numerosos medios, La Gaceta ilustrada, etc … además de una incursión en cine, logró ser reportero de la RTVE y dar forma a las crónicas gallegas del NoDo.
Manuel Ferrol murió en el año 2003, su obra sigue emocionando, sus imágenes se quedan grabadas en la memoria y te acompañan siempre recordando a este fotógrafo que nunca se sintió un artista pero que estaba muy orgulloso de definirse reportero.
Su trabajo
Más de 7000 negativos testimonian Galicia con su mirada, el retrato y el reportaje son las principales campos de su trabajo, muchos de los reportajes son publicados en revistas y periódicos de la época, pero su reportaje más relevante y por el que pasó a la historia “Emigración”, encargado por un sacerdote de la Comisión Católica de Emigración, le encargó documentar el embarque de emigrantes gallegos en el trasatlántico Juan de Garay, que los trasladaba hacia Argentina un 27 de noviembre de 1.957, querían contar una historia de reagrupamientos familiares, pero en La Coruña sabían que no era así y sintió la necesidad de reflejar lo que sentía, en ningún caso lo que veía.
El reportaje iba a realizarlo únicamente con su cámara Leica, pero al ver la realidad que tenía ante sí, Manuel Ferrol fue a su estudio a buscar también la Rolleiflex con el objetivo de evitar que las personas allí presentes se pudieran verse intimidadas por una cámara en momentos como los que se estaban viviendo.
Era peligroso hacer esas fotos, pero él no se pudo resistir a documentar una realidad que le superaba por la injusticia que se respiraba. Disparaba sin mirar por el visor a esa mujer cansada, a ese cura que confesaba a los aldeanos que nunca habían salido de su pueblo y a ese padre desesperado que abraza a su hijo inundado en lágrimas.
Su trabajo se ha mostrado en numerosas exposiciones:
El viaje incierto en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Las 100 mejores fotografías del siglo del Centro Nacional de Arte Reina Sofía.
Europa NACH DER FLUT KUNTS 1945-1965, una exposición itinerante que recorrió Europa y en la que era el único español, y en la que estaban Robert Capa y Cartier Bresson.
Identidades en Tránsito una exposición en Buenos Aires en la que compartió el espacio con Koudelka.
El Compromiso de la Mirada, una exposición de la que da testimonio un libro en el que participaron además Robert Capa, David Seymour, Ernst Haas, Werner Bischof, Joan Colom…
Beaumont Newhall, el bibliotecario del MOMA que escribió una de las historias de la fotografía más famosas, incluyó la fotografía en sus páginas. Fue reconocida por Cartier Bresson y se expuso al lado de los trabajos de Robert Capa.
En “150 años de Fotografía en España” (Lunwerd Editores), Publio López Mondéjar, al analizar la obra de los fotógrafos españoles de la posguerra, señala que un grupo de forma espontánea, sin ningún tipo de academicismo ni artificialidad, mostraron a “las gentes de la época y la realidad de sus escenarios cotidiano” y agrega que “un caso singular es el de Manuel Ferrol, retratista de estudio y reportero, que en 1957 realizó un espléndido reportaje sobre la emigración con los únicos recursos de su intuición y su talento. Ferrol emplea un lenguaje conciso y directo, al servicio de un mensaje cargado de profundo patetismo: rostros desenfocados, composición heterodoxa, figuras fuera de foco, luces saturadas… Todo un conjunto de “errores” y “carencias técnicas” que, no sólo mermaban la eficacia narrativa de las fotografías sino que incluso enfatizaban su dramatismo”.
Referencias:
http://www.manuelferrol.com
https://www.xatakafoto.com/historia-de-la-fotografia/la-vida-y-obra-de-manuel-ferrol-el-fotografo-que-retrato-como-nadie-la-emigracion-espanola
https://nodisparenalartista.wordpress.com/2013/03/07/manuel-ferrol/
