Entrevista de la Escuela de Fotografía Documental Blackkamera a Rui Palha.
Por David Tijero Osorio, colaborador de Blackkamera
Fotografias: Josu Zaldibar
El histórico café de Lisboa A Brasileira fue el punto de encuentro con uno de los fotógrafos humanistas más importantes de las últimas décadas, Rui Palha. En la entrevista que nos concedió habla de la importancia de la fotografía en su vida y de cómo la gente y la ciudad en la que vive influye en su obra.
Para empezar, una pregunta genérica, ¿qué es para ti la fotografía? ¿Una forma de expresarte que va más allá de las palabras?, ¿Una herramienta con la que documentar tus inquietudes y preocupaciones? ¿Una vía de escape de tus rutinas y obligaciones?
La fotografía para mí es mi forma de vida, probablemente la principal razón por la que estoy en este mundo. Tuve que jubilarme a muy temprana edad por razones de salud y fue entonces cuando decidí hacer lo que más gustaba, fotografiar. Caminaba montones de kilómetros cada día con mi cámara hasta que acabé convirtiéndome en un fotógrafo de calle. En realidad es una pasión. Me considero a mí mismo como un aficionado ya que no acepto ningún encargo para fotografiar, así que solo hago lo que me apetece hacer, no lo que otros quieren que haga. Es algo muy importante para mí. Ya no soy joven y ya no camino tanto como hace unos años, pero cuando viajo, acabo de volver de visitar Hanoi y Bangkok, me paso el día entero caminando y puedo hacer hasta treinta kilómetros diarios porque lo quiero ver todo.
© Josu Zaldibar
La ciudad de Lisboa es el principal de tus fotografías, ¿Qué encuentras en esta ciudad que no hayas encontrado en ningún otro sitio? ¿Te ha influenciado la misma en tu estilo o en lo que quieres describir? ¿Crees que tu estilo al fotografiar sería diferente si vivieras en otro lugar?
No sé si estoy de acuerdo con esta apreciación porque en mi fotografía el asunto principal son las personas y puedo fotografiar allá donde haya gente. No podría vivir sin personas en las calles, sin esos modelos de calle. Sí es verdad que Lisboa es un lugar especial porque la luz aquí es hermosa y tiene además ese maravilloso suelo blanco que crea reflejos increíbles cuando llueve, pero de todos modos, no me importa fotografiar en cualquier otro lugar del mundo. Lisboa aparece a menudo en mi fotografía porque vivo aquí y salgo a fotografiar casi a diario, desde muy temprano, a menos que ese día me sienta muy cansado o no me sienta demasiado bien. Voy desde la parte más nueva de la ciudad que es donde vivo hacia el centro, siempre por calles diferentes. En mi camino, que suele ser de varios kilómetros, fotografío a mucha gente con la que me voy encontrando para, días más tarde, volver a pasar por allí y regalarles en papel la foto que les he hecho. He conocido a mucha gente durante mis paseos y la relación con ellos es muy buena.
“La fotografía es mi forma de vida, probablemente la principal razón por la que estoy en este mundo.”
Lisboa es una gran capital europea, multicultural y densamente poblada, ¿Cómo es hacer fotografías en sus calles? ¿Es tan fácil como por ejemplo puede serlo en otras grandes ciudades como París o Londres donde a la mayoría de la gente que allí vive no les importa demasiado si les apuntan con una cámara?
Depende de la persona. Si eres una persona seria, si te gusta la gente, si respetas a la gente y pides permiso para fotografiar, por supuesto que vas a conseguir un montón de fotografías buenas. Es primordial respetar a la gente y hablar a la persona que quieres fotografiar frente a frente. También es muy importante en otras situaciones, si te encuentras en una calle estrecha o en un lugar peligroso, no mostrar que tienes miedo.
© Josu Zaldibar
¿Qué sentimientos te invaden cuando caminas por las calles con una cámara en las manos? ¿Concentración total, alegría, rutina, te sientes presionado, quizás un sentimiento de urgencia por documentar formas de vida y lugares que puedan desaparecer en un futuro próximo?
Tengo todo tipo de sensaciones pero sí, me siento bajo los efectos del stress cuando fotografío en las calles. Según pasa el tiempo el nivel de exigencia contigo mismo va creciendo y puede suceder muy a menudo que después de pasarte un día entero fotografiando, no consigues hacer ni una foto que te guste. Es importante que cuando fotografíes en la calle te sientas bajo presión y totalmente concentrado, buscando siempre ese momento perfecto, un momento que lo más probable es que no lo encuentres pero que te has de forzar a buscarlo. A menudo le comento a mi gente más cercana que si las fotos que empiezo a publicar no son lo suficientemente buenas, que, por favor, me lleven al hospital que será que he enfermado, ¡ja, ja!
“No utilizo los teléfonos móviles para fotografiar. Me encuentro cómo con las cámaras y eso es suficiente para mí.”
Tus fotografías podrían considerarse como fragmentos de vida rescatados en una imagen. En ellas se observa una especie de poesía, ¿Sería exagerado considerar que has sido capaz de transmitir ese sentimiento llamado «saudade» en muchas de tus imágenes?
Creo que sí porque los portugueses tenemos ese sentimiento en nuestro interior. Es un sentimiento histórico. Hay muchos factores que conducen a sentir esa emoción. Esta saudade proviene de las generaciones anteriores, de la música Fado, de la guerra y el régimen fascista, algo que las generaciones más jóvenes no han conocido. La gente de mi generación, jóvenes en aquellos tiempos, éramos luchadores. Íbamos a montones de actos políticos en contra del régimen. Esta tierra tiene montones de poesía y grandes poetas. Probablemente en el alma de cada portugués habita un pequeño poeta. Siempre intento encontrar la belleza interior de la gente en mi trabajo y quizás es por ello que ese sentimiento aparece en mis imágenes cuando consigo describir el alma de una persona.
© Josu Zaldibar
Se te considera un fotógrafo de calle humanista. La influencia de Cartier-Bresson y su búsqueda del “instante decisivo” parece clara en tu trabajo, pero, ¿hay algún otro autor contemporáneo cuyo trabajo te inspire?
Creo que es imposible no sentirse inspirado por Cartier-Bresson pero he de decir que fue un hombre afortunado pues vivió en una época en la que todos los coches eran iguales y negros, los trajes que se vestían eran oscuros y muy parecidos y las mujeres muy hermosas. Hoy día es más difícil porque hay mucha confusión en las calles, con coches, gente y ropas de todo tipo, lo que te obliga a estar muy pendiente de cómo va a ser el fondo de la imagen que quieres tomar para conseguir un buen instante o un momento emotivo. El encuadre y la composición es muy importante para conseguir una gran foto y conseguirlo es muy difícil en una calle abarrotada. Sobre fotógrafos vivos, a decir verdad, no tengo ningún fotógrafo contemporáneo que pueda tener como referencia. Me gusta, por ejemplo, James Nachtwey. Él es un fotógrafo de guerra pero tiene también un trabajo social muy importante y me encanta el trabajo de Sebastião Salgado, un gran fotógrafo humanista. Ojalá pudiera viajar con él a los lugares que visita. No tengo una clara influencia de fotógrafos de calle. Sé que hay varias corrientes dentro de este género pero muchos de ellos no me atraen demasiado. Por ejemplo, no me gusta el trabajo de Bruce Gilden y el uso que hace el flash. Creo que a él tampoco le gusta mucho lo que yo hago, pero bueno, está bien.
© Josu Zaldibar
“Portugal tiene montones de poesía y muchos grandes poetas. Probablemente todo portugués tenga un pequeño poeta en su alma.”
Viviste la transición de trabajar con cámaras analógicas a hacerlo con digitales. Hoy día, con la aparición de nuevas tecnologías, la fotografía está probablemente viviendo otra transición o revolución, con multitud de nuevas herramientas para fotografiar y aplicaciones para intervenir la imagen, ¿Te interesa esta nueva forma de hacer fotografía?
Me resultó muy complicado cambiarme a digital. Trabajé con cámaras de carrete desde los catorce años y pasé mucho tiempo en el cuarto oscuro revelando. Aprendí un montón con todo aquello pero sentía que estaba desperdiciando mucho tiempo puesto que yo lo único que quería era fotografiar. La primera cámara digital que tuve fue el primer modelo que Nikon puso a la venta y mi primera experiencia con ella un viaje que hice a Marruecos, la cual fue horrible porque no conseguía dominar los parámetros de la cámara. Las fotos salían o muy oscuras o quemadas. Era una forma diferente de trabajo y yo no la dominaba. Pero tuve la oportunidad de probar muchas otras cámaras digitales en años sucesivos y vi que poco a poco los modelos iban siendo cada vez mejores. A día de hoy ya solo trabajo con digital pues soy demasiado viejo para trabajar en el cuarto oscuro. Fotografío con mi Leica solo en formato .raw y en .jpg con la Nikon y la Sony. Siempre intento hacer fotografías con la luz perfecta porque no quiero malgastar el tiempo en el post procesado y esto es algo que puede verse en muchas de mis fotos; tienen algo de grano y parecen que hubieran sido hechas con carrete de película. Sobre lo de fotografiar con teléfono móvil, no lo utilizo, me siento cómodo trabajando con cámaras y eso es suficiente para mí. Lo respeto y he visto también alguna exposición de fotografía hecha con móvil. Era una exposición muy interesante pero no es algo que vaya a hacer yo.
¿Tienes alguna técnica de aproximación a la gente que quieres fotografiar o algún tipo de truco para hacerte “invisible” a la hora de hacer fotografías? ¿Podrías compartirlo con nosotros?
A veces has de pasar desapercibido para capturar la esencia de un momento o si estás fotografiando algo peliagudo como puede ser a un traficante de drogas. En otras ocasiones, es necesario una relación amable con la persona a la que quieres fotografiar. Por ejemplo, si quiero hacer fotos en un bar del barrio de Alfama, acudo varias veces por allí hasta que conozco a los clientes habituales y tras ello les puedo fotografiar sin problema porque ya nos hemos hecho amigos. Más que como una técnica, lo veo como una forma de conectar con la gente, algo que no todos los fotógrafos son capaces de hacer. Solo utilizo lentes de focal corta, la máxima que utilizo es un 35 mm porque me gusta estar cerca de la gente que fotografío. Es obligatorio establecer una conexión con la gente que quieres fotografiar.
© Josu Zaldibar
“Te ha de gustar la gente, si no es así, no puedes convertirte en un fotógrafo de calle porque no podrás conectar con las personas y se verá reflejado en tus fotos que no te gustan las personas.”
Esta entrevista será publicada en la página web de una escuela de fotografía documental. ¿Qué consejo darías a esos estudiantes que quieren convertirse en fotógrafos de calle?
Creo que hay varios consejos que dar. Antes que nada, has de respetar a la gente. Te tiene que gustar la gente, de lo contrario, no puedes convertirte en fotógrafo de calle porque no podrás contactar con las personas y eso se verá reflejado en tus fotos. Otro es, lleva siempre tu cámara contigo, incluso si te vas, por ejemplo, al hospital, lleva tu cámara y fotografía a los enfermos. He estado ingresado varias veces por problemas graves de salud y siempre me traje la cámara. Has de ser intrépido cuando tengas la cámara en tus manos. No temas nada pues no estás haciendo nada malo. Sé valiente, siempre. Nunca muestres que tienes temor. Intenta conectar con la persona que quieras fotografiar, mírale siempre a los ojos y nunca escondas la cámara, porque la gente necesita saber que eres un fotógrafo. Intenta siempre medir la luz correctamente, porque si mides bien la luz, no tendrás que pasar tiempo en el post procesado. La luz lo es todo. No uses nunca flash, porque están violando la luz natural, llenando las sombras, y, en algunos países, estás faltando al respeto a las personas que fotografías.