TINA MODOTTI
Por Santi Laespada
Alumno del Curso Avanzado de Fotografía de Blackkamera
“Me considero una fotógrafa y nada más, y si mis fotografías se diferencian de lo generalmente producido en este campo, es que yo precisamente trato de producir no arte, sino fotografías honradas…”
Tina Modotti, extracto del texto “Sobre la fotografía (Introducción a la exposición de 1929 en la Biblioteca Nacional de México)».
Hace cuatro días no sabía quien era Tina Modotti, lo reconozco. Hasta que un dia tomando un café con un buen amigo amante de los cómics me contó que había leído uno que llevaba por titulo “Modotti, una mujer del siglo veinte” de Ángel de la Calle y que trataba sobre la vida de una fotógrafa italiana de nacimiento pero que desarrolló su trabajo fotográfico en el México post-revolucionario. Y me picó la curiosidad.
© Tina Modotti
© Tina Modotti
Tina Modotti nace en Udine, Italia, en 1896. En 1913 llega a San Francisco vía Nueva York huyendo de la miseria de su país. Su padre era reparador de maquinaria y su madre costurera.
Comenzó a trabajar en una empresa textil llamada Magnum´s. Pronto se fijaron en ella para probar la ropa como modelo. El siguiente paso fue posar para artistas, pintores y escultores, y de mientras aprendía ingles. En 1915 conoce a Roubaix de LÁbrie Richey “Robo”, pintor y escultor, y se van a vivir a Los Angeles. Allí rodaría alguna película de cine mudo. En 1920 conoce a Edward Weston, uno de los más importantes fotógrafos estadounidenses del siglo XX, con quien mantuvo una estrecha relación personal y profesional hasta 1926, compartiendo el México postrevolucionario. Con Weston se adentraría en el mundo de la fotografía. Años después Weston reconocía que le hubiera gustado hacer algunas de las fotografías que hizo su alumna.
© Tina Modotti
© Tina Modotti
Tina llegó por primera vez a México en 1922 para enterrar a su marido Roubaix de LÁbrie Richey, “Robo” Allí fue modelo del pintor Diego Rivera, amiga de Alexandra Kollontoi, de Frida Kahlo,de Mayakovski, de Sandino, de Sergio Einsenstein. Eran tiempos de euforia creativa en el país. Las fotos que hizo Tina de los murales de Diego Rivera fueron el medio por el que se difundió el trabajo de estos artistas por todo el mundo y multiples fueron los encargos de copias para museos, y coleccionistas, principalmente de Estados Unidos.
En un viaje a California Tina decidió vender por 20 dólares su ejemplar prohibido del libro Ulysses y su vieja y pesada cámara Korona, y pudo comprar una Graflex, más ligera y manejable. Sería la cámara de Tina.
En 1926, La Universidad de México encarga a Tina y Weston un trabajo, que llevaría el título de “Idols behind altars”, un amplio ensayo antropológico sobre el sincretismo religioso en la cultura mexicana. Fue el mayor trabajo juntos de la pareja, durante meses recorrieron las entrañas de un país en conflicto, recién salido de una revolución y metido en una guerra de religión.
© Tina Modotti
© Tina Modotti
Tina fue adquiriendo compromisos políticos y sociales lo cual la fue distanciando de Weston, que carecía de esa ansia de cambio social y político que bullía en Tina. A él solo le preocupaba la fotografía. Y Tina quería comprometerse más con “este pueblo maravilloso pero lleno de injusticias”.
A finales de los años veinte, realiza un trabajo para las Escuelas Libres de Agricultura, creadas por el científico e independentista indio Pandurang Khankhoje, que ofrecían “enseñanza rural y consulta gratuita” a los campesinos. Para Modotti la fotografía era, por encima de la pintura, el medio idóneo para “registrar la vida objetiva en todas sus manifestaciones”, y pensaba que si a eso le añadía “sensibilidad y comprensión del asunto y, sobre todo, una clara orientación del lugar que debe tomar en el campo del desenvolvimiento histórico”, el resultado sería “digno de ocupar un puesto en la producción social”.
A Tina le encantaba deambular por las calles, los mercados, entre la gente, los puestos de frutas, los artesanos, y de ahí sacaba temas para sus fotografías. Obreros, campesinos, mujeres y niños, sus fotografías eran de marcado carácter social y político, reivindicando los orígenes prehispánicos del pueblo mexicano, así como su arte y su folclore. Su estilo de vida, sus desnudos y su trabajo fueron trascendentes para algunas mujeres mexicanas y molestos para los católicos y burgueses.
© Tina Modotti
© Tina Modotti
© Tina Modotti
Más tarde conocería a Juan Antonio Mella, fundador del Partido Comunista en Cuba y opositor a la dictadura de Machado, con el que mantuvo una relación hasta que este fue asesinado en presencia de Tina a la salida de un mitin. Cuando ella se entera de que finalmente ha fallecido pide su cámara para poder fotografiarlo por última vez, ya muerto. Desde los poderes de la derecha culparon a Tina del asesinato de Mella. Fue arrestada. Al final y gracias a la ayuda de Diego Rivera fue puesta en libertad y el crimen de Mella quedo sin resolver.
La situación no era fácil, los cuadros comunistas eran detenidos, deportados, asesinados o se escondían. Y Tina, tras ser arrestada sin motivos y puesta en libertad unos días después, tuvo que abandonar México.En febrero de 1930 parte sin visado con destino a Alemania. Pero no encuentra nada que le atraiga en ese país y viaja a Moscú. Desde este momento Tina cuelga la cámara y ya nunca más volvería a hacer fotografías. Abandonó la fotografía por la revolución. Se dedicaría por completo a trabajar para la sección soviética de Socorro Rojo Internacional. También fue agente secreto de la Comintern y posteriormente estuvo en París, viajó a Asturias donde reforzaría Socorro Rojo y trabajaría también con el Frente Popular que ganó las elecciones de febrero de 1936 previas a la dictadura franquista. En la guerra civil fue enfermera para los heridos de la republica. En Gijón hay una calle que lleva su nombre.
© Tina Modotti
Tras su paso por España Tina regresaría a México donde murió el 5 de enero de 1942 de un ataque al corazón a bordo de un taxi. Pablo Neruda escribió “un poema desafiante contra los que ofendían a nuestra muerta” y parte del mismo serviría de epitafio para su tumba. Así que para acabar, en lugar de un vídeo de youtube os pongo el poema.
Tina Modotti ha muerto
Tina Modotti, hermana, no duermes, no, no duermes:
tal vez tu corazón oye crecer la rosa
de ayer, la última rosa de ayer, la nueva rosa.
Descansa dulcemente, hermana.
La nueva rosa es tuya, la nueva tierra es tuya:
te has puesto un nuevo traje de semilla profunda
y tu suave silencio se llena de raíces.
No dormirás en vano, hermana.
Puro es tu dulce nombre, pura es tu frágil vida,
de abeja, sombra, fuego, nieve, silencio, espuma,
de acero, línea, polen, se construyó tu férrea,
tu delgada estructura.
El chacal de la alhaja de tu cuerpo dormido
aún asoma la pluma y el alma ensangrentadas
como si tú pudieras, hermana, levantarte,
sonriendo sobre el lodo.
A mi patria te llevo para que no te toquen,
a mi patria de nieve para que tu pureza
no llegue al asesino, ni al chacal, ni al vendido:
allí estarás tranquila.
¿Oyes un paso, un paso lleno de pasos, algo
grande desde la estepa, desde el Don, desde el frío?
¿Oyes un paso de soldado firme en la nieve?
Hermana, son tus pasos.
Ya pasarán un día por tu pequeña tumba,
antes de que las rosas de ayer se desbaraten;
ya pasarán a ver los de un día, mañana,
donde está ardiendo tu silencio.
Un mundo marcha al mundo donde tú ibas, hermana.
Avanzan cada día los cantos de tu boca
en la boca del pueblo glorioso que tú amabas.
Tu corazón valiente.
En las viejas cocinas de tu patria, en las rutas
polvorientas, algo se dice y pasa,
algo vuelve a la llama de tu adorado pueblo,
algo despierta y canta.
Son los tuyos, hermana: los que hoy dicen tu nombre,
los que de todas parte del agua, de la tierra,
con tu nombre otros nombres callamos y decimos.
Porque el fuego no muere.
Pablo Neruda