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Otros 7 fotógrafos japoneses que debemos conocer.

En Blackkamera cumplimos nuestras promesas y esta semana volvemos a Japón para completar el articulo sobre fotógrafos del país del sol naciente. Una vez recogidas las sugerencias de nuestros seguidores sobre grandes autores nipones continuamos la lista con otros siete fotógrafos fundamentales en la historia de Japón.

Hiroshi Sugimoto (1948)

Se trata de uno de los grandes maestros de Japón. Con un estilo muy personal y un gran sentido estético su obra se mueve entre la experimentación y la fotografía conceptual.

Son destacadas sus series Diorama: fotografías tomadas en el  Museo de Historia Natural de Nueva York y está compuesta por montajes fotográficos de paisajes prehistóricos con los animales embalsamados, Portraits: fotografías de estudio tomadas a personalidades históricas del  museo de cera Madame Tussaud de Londres, con total realismo y detalle, y Teatros: donde tras una larga exposición obtiene la imagen de una pantalla de un blanco brillante que representa la proyección completa de una película.

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© Hiroshi Sugimoto

Más información y fuentes en Guggenheim-Bilbao, Xakata Foto y su web.

Shoji Ueda (1913-2000)

Está considerado como el principal representante del surrealismo en la fotografía japonesa y realizó la mayoría de sus obras en una franja de unos 350 km., sobre todo en las dunas de Tottori, su prefectura natal.

Casi toda su obra se encuentra en el  Museo de Fotografía Shōji Ueda, en total unas 15000 imagenes.

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© Shoji Ueda

Más información y fuentes en Cada día un fotógrafoMuseo de Fotografía Shōji Ueda.

» Para mí, una buena foto es la que alivia, la que nos hace sentir amables y gentiles. Una foto que nos dé ánimos, que nos recuerde los buenos momentos, que haga feliz a la gente.

Cuando fotografío, comienzo abriendo la mente. Si comenzara con una idea exacta de lo que quiero fotografiar, podría ser que faltara un acontecimiento o un objeto interesante. Así pues, comienzo con la mente abierta e intento fotografiar toda clase de objetos.»

Ésta es la filosofía de Masao Yamamoto y así lo manifiesta en sus pequeñas imágenes a las que dota de personalidad propia envejeciéndolas para crear pequeños tesoros: llama a esto » el proceso del olvido o la producción de recuerdos.»

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© Masao Yamamoto

Más información y fuentes en Cada día un fotógrafo, ADF Photo, Lisa Sette Gallery  y su web.

Nobuyoshi Araki (1940)

Sus fotografías, siempre acompañadas de textos en forma de diario íntimo, fueron precursoras e innovadoras en las tendencias artísticas del momento. Araki, que ha publicado mas de 350 libros, ha sido tachado de misógino por grupos feministas por sus fotografias de mujeres atadas al tradicional y antiguo estilo japones del Kinbaku-bi (‘la belleza de la unión estrecha’), pero del que Araki declara que:

Para mí es un gesto de ternura, como una caricia. Nunca he impuesto el Kinbaku, nunca he pagado a una modelo. Son las mujeres las que me piden que las ate (…) La fotografía también ata a las personas, las mete en una cámara. La fuente de la foto está en el kinbaku, en el arte de amarrar las cosas y los eventos. Soy yo quien ata a mis modelos y, después de la sesión de fotos, quien deshace los nudos.

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© Nobuyoshi Araki

Más información y fuentes en Enkil, Septimo Vicio, y 20 minutos.

Yutaka Takanashi (1935)

Como vimos en el anterior articulo de Blackkamera, en 1968, Takanashi fue uno de los miembros fundadores -junto con Takuma Nakahira y otros- de la revista “Provoke”. Las fotografías de Takanashi se diferencian de las de Takuma Nakahira o Daido Moriyama, conocidos por su estética «Are, Bure, Boké” (granulada, borrosa y fuera de foco) en que se basan en una imagen realista. Su fotografía también provocaba pero de manera diferente ya que mostraba Tokio desde un punto de vista primero distante, luego muy de cerca, en un momento de transformación industrial, buscando lo invisible en el espacio urbano y destacando a los individuos que conformaban esa nueva imagen de un Tokio moderno. para mas tarde, como cambian las ciudades, él también cambiar su Leica por una cámara de placas y registrar, y dar  tiempo a contemplar, los últimos restos de la vida y la arquitectura tradicional, condenados por el veloz cambio en Tokio y la sociedad japonesa. Esta dicotomía, estos dos enfoques diferenciados caracterizan su obra.

» He tomado muchas fotos de la ciudad cambiante en diferentes momentos. He cambiado cámaras. He cambiado la distancia del objeto. He cambiado de velocidad de la marcha al tomar fotografías. Mi objetivo no es hacer una gran pirámide de obras maestras, sino más bien caminar sobre el terreno haciendo imágenes anónimas . Voy a seguir caminando más y más a lo largo de esta línea infinita.»

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© Yutaka Takanashi

Más información y fuentes en Ojos Caleidoscopio, Fundación Henri Cartier-Bresson, Japan Photo y Galerie Priska Pasquer.

Issei Suda (1940)

A finales de 1960, poco antes de que se formara el grupo » Provoke «, surgió en Japón otro grupo con una ideología contraria, KOMPORA término japones creado como combinación de los términos occidentales «contemporáneos» y «fotografía», cuyo lema era: » Tenemos que divorciarnos de toda ideología y enfocar la realidad de una manera fríamente objetiva y no emocional, trabajando con la mayor precisión posible, concentrándonos en imágenes y eventos cotidianos. «

Con esta filosofía se expresa también Issei Suda, cuya originalidad reside en equilibrar la tensión entre lo ordinario y lo singular, entre la tradición y la modernidad, con un alto grado de misterio. Suda percibe el paso de Japón a la modernidad pero su estilo estético es tradicional influenciado por el teatro, con el que comenzó su carrera profesional como fotógrafo de una compañía de teatro tradicional japones.

Suda ocupa una posición única en Japón, ya que no está asociado con ninguna escuela en particular, es esta, probablemente, también la razón de su menor popularidad.

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© Issei Suda

Más información y fuentes en Cada día un fotógrafo, Memoriando Fotografía y American Suburb X.

Miyako Ishiuchi (1947)

» El mundo sólo empieza a ser evidente a través de historias personales. «

En una época, en Japón, en la que la fotografía era un mundo de hombres, esta mujer realizó excelentes trabajos en igualdad de condiciones con artistas como Tomatsu, Moriyama o Araki.

Nació dos años después del final de la guerra (1947) y su trabajo refleja un Japón de posguerra con la perspectiva de una mujer. En uno de sus primeros trabajos, «Yokosuka Story» (1977), explora su ciudad natal (Yokosuka) bajo el prisma de la ocupación norteamericana y lo que influyó en su memoria y en la sociedad japonesa del momento, adentrándose en la profunda cicatriz que dejó la guerra.

La memoria, las cicatrices y la guerra son su tema durante casi toda su carrera y en su serie «Hiroshima», 2007, Ishiuchi, fotografía las prendas que pertenecieron a mujeres que murieron en los bombardeos atómicos de 1945, dotándolas de otra lectura más allá del recuerdo de una vida truncada trágicamente. Además tituló la obra » Hiroshima «, en Hiragana, sistema de escritura utilizado tradicionalmente por las mujeres en Japón.

En marzo de 2014, recibió el Premio Internacional de fotografía de la Fundación Hasselblad por este trabajo.

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© Miyako Ishiuchi

Más información y fuentes en Cada día un fotografío, Blou in Art Info, Hyperallergic, The J. Paul Getty Museum y Michael Hoppen Gallery.

De nuevo os animamos a compartir con todos nosotros esos autores que os gustan y creéis que faltan en esta lista, que desde luego son muchos.

 Foto cabecera Nobuyoshi Araki.

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