Entrevista de David Tijero a Dora Mattioli.
Curso Profesional de Fotoperiodismo.
El alumnado habla.
Durante el pasado otoño, el alumnado del Curso Profesional de Fotoperiodismo han desarrollado ambiciosos proyectos fotográficos, convenientemente tutelados por los cinco profesores que han impartido el mismo, aportando su contrastada experiencia en dar las claves sobre cómo afrontar y desarrollar un proyecto fotográfico desde los inicios hasta saber darle salida comercial.
Trabajos que transitan desde lo más íntimo a lo más universal y que tratan, de maneras tan diversas como únicas, de describir el pulso del mundo y la posición del ser humano contemporáneo en el mismo.
La fotógrafa italiana Dora Mattioli ha aprovechado su paso por el curso profesional de Fotoperiodismo para iniciar un trabajo que busca dar luz al reverso de localidades del Sur de España que asociamos con el ocio y el turismo. Un proyecto a largo plazo, en el que trata, además, de encontrar un estilo personal con el que llevarlo a cabo.
Cuéntanos tus inicios en la fotografía y las inquietudes que te llevan a expresarte mediante imágenes.
Empecé con la fotografía hace unos cuatro años, principalmente como autodidacta, aunque desde siempre me ha apasionado este mundo. Desde mi infancia he tenido la oportunidad de poder experimentar con video, fotografía y animación, pero solo lo consideraba como un pasatiempo. De hecho, emprendí la carrera de Historia y Cooperación Internacional en Italia, mi país de origen, para posteriormente seguir con los estudios de Geografía y Desarrollo Territorial en España. Terminada la carrera, sentía que faltaba algo en mi vida, y tras recibir una cámara Bridge como regalo, empecé a estudiar y trabajar con ella, llegando a entender que la fotografía ocupaba un lugar imprescindible en mi vida.
Mi objetivo principal es él de llegar a combinar la fotografía con las temáticas inherentes a mis estudios universitarios. En particular, siento que me inquietan las injusticias y los desequilibrios que hay en el mundo, tanto en lugares cercanos como lejanos, y querría darles voz a través de la fotografía.
© Dora Mattoli
¿Cuáles son las principales características de tu fotografía en cuanto a temática y formalismos en lo que te mueves? ¿Crees que han variado en algo tras realizar el curso?
Actualmente, me desenvuelvo bien a nivel técnico, y estoy experimentando con diferentes tipos de fotografías que me interesan, como la fotografía nocturna y el “light painting”, la fotografía de paisaje y la fotografía macro. También he empezado a practicar con retratos y fotografía de calle.
Sin embargo, aún estoy buscando un estilo proprio con el que pueda expresarme e identificarme, y por eso decidí apuntarme al curso profesional de fotoperiodismo y fotografía documental, con la idea de poder buscar mi manera de contar historias.
Otro de los motivos por el que quise inscribirme al curso de la escuela BlackKamera, fue el querer aprender todos los procesos que conlleva la realización de una serie fotográfica, como la planificación de un proyecto, la toma de contacto, la relación que se crea entre el fotógrafo y el sujeto, la sucesiva edición y la maquetación para su publicación.
Explícanos brevemente el proyecto que has desarrollado durante este curso.
Mi proyecto intenta explicar las dinámicas que se crean en la localidad donde actualmente resido, Bolonia, un pueblo de frontera como muchos otros del sur de la península, costero y turístico, considerado un paraíso por sus paisajes y sus playas, pero que a la vez esconde otra faceta menos visible, la de los problemas existentes respecto a la escasa atención por parte de las instituciones locales, que supone varias consecuencias: edificaciones ilegales, falta de mantenimiento de las instalaciones y de los servicios principales, ausencia de cualquier tipo de actividad cultural y empresarial y por ultimo pero no menos importante el contrabando y el narcotráfico y todo lo que eso conlleva.
He querido abordar este tema, bastante complicado de contar solo a través de las fotografías, acompañándolo de entrevistas y fotografías de archivos, y utilizando encuadres y colores típicos del cine Western, un género cinematográfico que muestra unos pueblos sin ley, haciendo una metáfora irónica sobre su semejanza con la localidad escenario de mi proyecto.
Éste se encuentra aún en fase de desarrollo dada la dificultad para conseguir sujetos dispuestos a colaborar, la cantidad de información y material que me gustaría recolectar y la actual situación de la pandemia que impide desenvolverse en completa libertad.
© Dora Mattoli
¿Cuál te gustaría que fuera el recorrido del mismo en cuanto a visibilidad y su posible publicación?
Tengo varias ideas respecto a la visibilidad y la posible publicación de mi proyecto.
Por una parte, estoy interesada en presentar el audiovisual en algún concurso, cosa que suelo hacer a menudo con mis fotografías y que en ocasiones me ha dado buenos resultados. Por otra parte, también me gustaría poder publicarlo en alguna revista especializada.
Por último, querría escoger algunos de los retratos realizados, sobre todo de las personas ancianas del lugar que son las que más se han ofrecido para colaborar conmigo en el proyecto, y exponerlo en el Conjunto Arqueológico de Bolonia, donde hay una sección dedicada a las exposiciones temporales, con el fin de homenajear a las personas mayores y autóctonas que han vivido y construido este lugar con un estilo de vida completamente diferente al de hoy en día, con menos recursos y más pobreza, arraigados a su tierra y defensores de unas tradiciones que se están perdiendo.
¿Cuál sería el principal aprendizaje de este curso?
Desde luego, durante el transcurso de las clases, he podido adquirir muchísima información y he tenido como referentes unos grandes profesionales en el sector.
Sin embargo, pienso que habría que mejorar algunas cosas, sobre todo respecto a la organización de las temáticas abarcadas durante el curso. Para las personas que acaban de empezar en la fotografía documental, como yo, me ha parecido que no se ha seguido un hilo temático ordenado y por eso la información que se nos ha proporcionado resulta ser un poco confusa. También he echado en falta un temario dedicado a cómo dar a conocer nuestros proyectos a través de agencias, revistas, exposiciones, etc, en fin, a cómo empezar y desarrollar la profesión del fotoperiodista.
A pesar de esto, el mayor aprendizaje que me llevo es que no siempre es prioritaria la técnica, porque a veces puede dar como resultado una fotografía muy bien hecha pero que no llega a trasmitir ningún sentimiento. Quiero quedarme con este aprendizaje y profundizarlo para poder empezar a contar historias a través de la fotografía.
© Dora Mattoli
www.doramattiolifotografia.com
