Luciana Demichelis. La construcción ficcional de la fotografía

Luciana Demichelis. La construcción ficcional de la fotografía

La fotógrafa argentina Luciana Demichelis, ganadora de la beca Blackkamera para el Curso Profesional de Fotoperiodismo, fue testigo de excepción en la multitudinaria vigilia acontecida en Buenos Aires el pasado diciembre por el debate del aborto legal en Argentina, realizando un reportaje aparecido en la revista Pikara Magazine. Charlamos con ella para saber más de la situación de la fotografía en Argentina, de las inquietudes que le llevan a empuñar la cámara y de cómo consiguió publicar en la revista bilbaína.

¿Cómo fueron tus inicios en la fotografía? ¿Empezó como una afición o ya desde un principio pensaste en dedicarte profesionalmente a ella?

En primer lugar, me interesé por la fotografía desde sus características estéticas, tenía 15 años e investigaba de forma personal el trabajo de muchxs fotógrafxs a través de internet. Algunos eran grandes artistas reconocidos, como Alec Soth o Philip-Lorca Di Corcia, otros vivían en Argentina y tenían unos años más que yo. Me interesé por cómo hacer diferentes tipos de imágenes y junto con unos amigos del barrio fuimos a un taller de fotografía. Vivía en Ensenada, provincia de Buenos Aires, y tenía una cámara pocket digital para trabajar y una analógica que habíamos arreglado hacía poco tiempo. Se puede decir que dedicarme a la fotografía no fue una cosa de toda la vida, pero que cuando empecé no paré.

Cuando me vio realmente interesada, mi abuela decidió regalarme una cámara digital un poco más grande. Decido ir a la universidad a estudiar Periodismo, con el interés de ser reportera gráfica. Ese mismo año ingreso como alumna en la TAE, que es la Escuela de Arte del Teatro Argentino de acá, de La Plata. Es un teatro lírico hermoso, donde en la Escuela muchxs jóvenes de la periferia podíamos estudiar de forma gratuita cursos de formación profesional de primer nivel.

Años más tarde, por decisión de los directores, termino trabajando en la Escuela como fotógrafa del lugar. Tenía 23 años, la verdad que fue una oportunidad enorme porque ahí aprendí cómo funciona una puesta en escena y cómo podía investigar eso para mi trabajo como fotógrafa, algo que no es muy común en la formación fotográfica.

¿Cuáles serían las características principales que definen tu obra fotográfica en cuanto a temática y recursos técnicos que utilizas?

En primer lugar, mis fotografías investigan la profundidad de la noche desde una perspectiva poética y, creo, muy personal. Técnicamente utilizo muchísimo la iluminación artificial, suelo poner un punto específico de luz en un lugar y luego ir fotografiando, lo que produce una puesta en escena en el medio de lo que realmente está sucediendo.

Me interesa la construcción ficcional en la fotografía, utilizado con el objetivo de representar situaciones o vivencias complejas. Creo que en ese espectro lxs fotógrafxs tenemos mucho por explorar. Haber estudiado el año pasado en la beca de BK y en el Festival Internacional de Valparaíso con Cristina de Middel en ese caso fue para mí un antes y un después en muchísimos aspectos. Estoy inmensamente agradecida con mucho de lo que Cristina me aportó en los encuentros desde su perspectiva, que a mi parecer es de las más interesantes de la fotografía contemporánea.

A pesar de la cercanía cultural, Argentina es un país geográficamente muy alejado de nosotros por lo que quisiéramos saber un poco cómo es la situación para alguien que quiera dedicarse a la fotografía y la creación audiovisual allí.

Creo que en Argentina y en muchos países de Latinoamérica, producir es muy distinto a cómo lo hacen en otras regiones del planeta. Nuestros principales problemas, entre muchos otros, son la visibilidad y el financiamiento. Acá hay artistas excelentes, conozco fotógrafas y fotógrafos que se merecerían estar en la mira de muchos medios internacionales de fotografía. Por otro lado, poder estudiar fotografía, incluso en nuestro país, es muy caro y hay pocos espacios públicos en la región donde poder hacerlo (una carrera universitaria en San Martín y un terciario en Avellaneda, el resto actualmente son arancelados y en escuelas privadas). Fue por eso que esta beca y varias que gané el año pasado (Image Threads, FIFV, Campo.Lat) fueron saltos muy grandes en mi carrera fotográfica y oportunidades de formación de las que estoy muy agradecida.

Sería importante pensar en un cupo latinoamericano para becas y oportunidades fotográficas, ya que incluso desde el costo de los concursos (en dólares o en euros) muchas veces en mi país se nos hace imposible participar y mostrar nuestra visión.

Los artistas que producimos contenido desde estas regiones lo hacemos con gran pasión y con una perspectiva sincera. Muchas veces nos vemos influenciados por las corrientes visuales internacionales, pero creo que en las imágenes se nos nota muchísimo la perspectiva latinoamericana y la formación local. En mi caso, no existe la chance de viajar para cubrir acontecimientos en otros países o conflictos internacionales, por lo que mi trabajo se basa en crear con lo que tengo cerca: mis pares, mi ciudad, sobre todo.

El Senado argentino aprobó de forma definitiva el pasado diciembre una ley del aborto recibida como una gran victoria a favor de los derechos hacia las mujeres. Has publicado un interesante reportaje fotográfico en la revista Pikara Magazine, ¿cómo ha sido el proceso que te ha llevado a publicar en un medio con sede en Bilbao?

Me contacté con Josu, director de Black Kamera, para comentarle mi interés en publicar en algún medio español lo que sucedía en nuestro país. Ese día iba a ser histórico ya que el aborto fue una lucha de muchísimas generaciones que nunca había podido concretarse de forma legal y gratuita. Muchísimas mujeres murieron en el camino durante abortos clandestinos. Ya habíamos votado en 2018 sin que hubiera podido ser aprobada la ley. Para nosotrxs era un día clave.

Estuve cuidándome mucho durante toda la cuarentena: no pude ver a mi familia ni tampoco a muchxs amigxs que son de riesgo. Pero ese día decidí que iba a ser diferente y que iba a aislarme unos días antes y después para no correr riesgo de contagiar en caso de haber tenido contacto. Sabía que iba a ir muchísima gente al Congreso.

Pude contactar con Pikara Magazine después de haber ido y editado las imágenes y fue muy emocionante para mí poder publicarlas y que tengan tanta visibilidad, ya que inicialmente iba a hacer el trabajo para Agenda de Música, que es el medio en el que estoy produciendo acá en La Plata.

Fue mi primera cobertura en un medio internacional, luego en Visura (que es una plataforma para creadores visuales) fue recomendada en su portada principal. Así que estoy infinitamente agradecida a Josu y a las chicas de Pikara por permitirme sumarme, ¡ojalá pronto tenga nuevas chances de compartir otro reportaje!

¿Fue sencillo tener acceso a fotografiar a quienes se congregaron en vigilia a la espera del veredicto? ¿Cómo suele ser recibido alguien con una cámara en un evento público en Argentina? ¿Más bien se le ignora o es habitual que cause algún tipo de recelo? Cuéntanos tu experiencia.

En ese tipo de eventos es normal que haya muchas personas fotografiando, la gente que asiste muchas veces no tiene inconvenientes en que les realices fotografías. Siempre pido permiso porque en mi caso utilizo iluminación artificial con cajas de luz, así que en el minuto donde les hago las fotos antes o después de hacer me contacto con las personas que están en las imágenes. Se generan conversaciones muy interesantes, en caso de que no quieran que use las fotografías lo charlo y no las utilizo. Creo que la persona que estamos retratando tiene una participación clave y que ya no es interesante esa visión de no intervención en la fotografía. Siempre es mejor generar lazos y compartir, la gente está contenta de tener las fotos por lo general así que es genial.

En 2019 pusiste en marcha la plataforma Freezer. Háblanos, por favor, sobre este proyecto y sus objetivos.

Freezer es una plataforma de fotografía latinoamericana. En él comparto autorxs jóvenes que utilizan el medio fotográfico para compartir sus visiones. Hice la página web junto a mi compañero Agustín Bacigalup en enero de 2020, él en la parte de programación y yo en la parte visual. El proyecto creció muchísimo durante la cuarentena. Hicimos 3 convocatorias donde compartimos proyectos de muchísimos autores de acá. También dictamos talleres 10 fotógrafas que auto-gestionamos nuestro trabajo todos los meses, procuramos que los precios fueran accesibles para que pudiera cursar la mayor cantidad de gente posible. Como comenté antes, para mí el acceso es fundamental, tanto para estudiar como para encontrar oportunidades en el ámbito fotográfico. Realizamos entrevistas a autorxs que nos interesa difundir, muchas veces invisibilizados por diferentes razones.

Tiene como objetivo poner el foco en Latinoamérica y poder compartir trabajos creados de forma local. En mi caso, conduzco el curso Ficción y simulacro. Ahí lxs alumnxs investigan conmigo autores y autoras que utilizan a la ficción como motor de creación en la fotografía, un apartado que no muchas veces se charla o se profundiza. Los resultados son increíbles, quienes vienen con sus fotografías imaginan pasados, estudian un fenómeno ficcional de su ciudad, o buscan hacer fotografías que se asemejen a lo que imaginan de un futuro. Es muy interesante y hermoso para mí trabajar desde ahí. Pueden conocer nuestra página desde cualquier parte en

http://www.freezer.com.ar