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Ixone Sábada. La creación artística como ejercicio de empatía

Entrevista realizada por David Tijero.

Ixone Sádaba es una artista multidisciplinar afincada en Bilbao, que se ha destacado tanto por su trabajo creativo como por su compromiso social. Además de su faceta artística, la comisaria bilbaína también participa en proyectos como Moving Artists, que promueve el intercambio de artistas de zonas del mundo en conflicto. Actualmente, Sádaba se encuentra inmersa en la organización del BasqueDok estival, donde llevará a cabo tareas de comisariado. En esta entrevista, nos hablará sobre las inquietudes que caracterizan su obra, su compromiso social y su experiencia como comisaria.

¿Cuáles serían a grandes rasgos las líneas generales que inspiran tu trabajo? ¿Alguna vivencia, acontecimiento, persona que te haya influido de manera ostensible en lo que te empuja a crear?

Es algo que he ido aprendiendo a lo largo del tiempo. Por un lado, a través de lo que los demás han ido escribiendo sobre mi trabajo y también a través de las obsesiones que siguen apareciendo en mi obra, cómo de alguna manera siempre sacamos la misma foto o tratamos el mismo tema de alguna manera.

Una cuestión importante en mi obra es el tema de las narrativas y de la subjetividad. Esa incapacidad de acceder a la realidad, a lo que ha acontecido, de acceder al evento, porque incluso si estamos dentro de esta misma situación y tenemos que contarlo, nuestras narrativas van a ser distintas.

Un poco esa frustración y esa fascinación por cómo se puede narrar de forma tan distinta y a la vez nunca acceder a lo que ha sucedido es una base importante de mi trabajo.

En ese sentido, si tengo que ver lo que me ha marcado desde ese punto de vista, yo he nacido en el año 77, un momento muy concreto dentro de la historia del País Vasco y en el ámbito de dos familias totalmente divididas. He tenido experiencias muy enfrentadas, muy difíciles de consensuar entre sí. He crecido comprendiéndolo todo, por decirlo de alguna manera. Pero también con la sorpresa esa de ver de qué forma tan distinta se pueden vivir las cosas. Y dándome cuenta de que un conflicto entre países, social o político, conlleva también un conflicto humano bastante fuerte.

Personas que me hayan influido. Mi hermano mayor, con el que me llevaba ocho años, a quien siempre le han interesado mucho las Letras, las Humanidades, el Arte y demás. También mi abuelo materno, por ser un hombre muy hábil con las manos. Su afición era la relojería, siempre estaba construyendo muebles. Mi gran pasión era cuando me dejaba ir a la caja de herramientas y utilizar todo lo que había allí. Era lo que más me gustaba hacer. Coger unos restos de madera, tornillos y poder construir lo que quisiera porque él me dejaba libertad absoluta para ello.

“El arte en general está relacionado con el compromiso y con el afecto. Hay un ejercicio de generosidad en el crear, das algo y recibes muy poco.”

From the series Gulala

En tu trabajo artístico, si bien la fotografía ha formado una parte importante del mismo, pareciera que es un soporte que no es capaz de satisfacer tu proceso creativo por completo viendo la evolución que tus obras han ido teniendo con los años.Mi formación es en escultura. Es lo que estudié en Bellas Artes. Pintura y escultura. No tenía mayor interés en la fotografía. El interés por ella aparece después y de forma casual cuando empiezo a trabajar en una agencia de publicidad en Madrid. Se convierte para mí en un medio muy cómodo de acercamiento. Me ayuda a entender las situaciones con las que estoy tratando. Es un primer acercamiento, igual que para otro puede ser la escritura o la lectura. Igual que hay una fase de documentación en los proyectos que hago, la fotografía me permite una experiencia directa con los temas que trato y también con el autorretrato. Una forma de trabajar conmigo misma era a través de la fotografía, aunque esa no fuera la finalidad, pero sí que me permitía ese acercamiento.

Se tiende a pensar que el hecho de crear obedece a una insatisfacción interna hacia la realidad que a uno le rodea, ¿es un tópico la idea del artista como alguien atormentado por la sobreexposición que sufre ante el mundo por su propia sensibilidad o hay algo de verdad en ello? 
El arte en general está relacionado con el compromiso y con el afecto. Hay un ejercicio de generosidad en el crear, das algo y recibes muy poco. Sí que creo que hace falta ser empático para crear. Sin empatía se pueden diseñar cosas que se pueden parecer al arte, pero creo que para crear arte como tal, sin empatía, es complicado. Entonces, en ese sentido, no es que el artista sea una persona atormentada. Es que si eres una persona empática vas a sufrir más ante el dolor de los demás. Puede haber excepciones, pero en general, el artista suele ser una persona empática, algo que está bien, pero que también te va a hacer sufrir más.

“Tanto la escultura como la fotografía son lenguajes diferentes, lenguajes en los que has de aprender a comunicarte. Has de aprender a pensar de otra manera, ir bombardeando los caminos habituales, pero a la vez crear nuevos.”

¿La creación artística se basa más en la inspiración, o, sobre todo, en la transpiración, es decir, en trabajar, trabajar y trabajar?, ¿son necesarias, como en cualquier otro trabajo, unas rutinas, horarios y disciplina o se trabaja más bien en periodos cortos pero muy intensos? 
Yo soy partidaria del trabajo porque no es que exista la inspiración como tal. Es a base de trabajar como aprendes a pensar de otra manera. Tanto la escultura como la fotografía son lenguajes diferentes, lenguajes en los que has de aprender a comunicarte. Has de aprender a pensar de otra manera, ir bombardeando los caminos habituales, pero a la vez crear nuevos. Esa agilidad para pensar de otra manera es algo que se aprende. Hay quien tiene más facilidad y quien no. Cuenta la sensibilidad, la empatía… Pero creo que sí son horas de trabajo. Difícilmente te va a salir un buen proyecto en poco tiempo. Lo normal es tener que trabajar mucho para sacar los proyectos o ideas adelante.

Poetics of disappearance

 

Tu colaboración con la asociación Moving Artists te ha dado la oportunidad de conocer diferentes artistas que viven en zonas de conflicto o con severas prohibiciones de todo tipo, ¿percibes en ellos algún patrón determinado en sus inquietudes, posibles carencias o formas de trabajo obligados por las circunstancias? ¿Cuál sería el mayor logro que estos intercambios de artistas generan? 
Cada conflicto y situación política de cada país es muy distinto. No se puede comparar Palestina con Afganistán. El palestino es un conflicto de muy largo recorrido en el que hay un apoyo internacional muy fuerte y hay mucho dinero metido y entonces los artistas, aunque están aislados, tienen un nivel de autoconsciencia y conocimiento muy superior al nuestro. En cambio, quienes han estado aislados en lugares dominados por ISIS no han tenido referencias internacionales y han tenido que trabajar sin ellas. Son situaciones totalmente opuestas. 

Sí es cierto que cuando caen en un circuito internacional tendemos a mitificar el conflicto. Se ven obligados a repetir el conflicto en su trabajo para ser seleccionados en comisariados internacionales. Esa lacra sí que la he visto. Pienso, déjales que se expresen como quieran, pero claro, si eres palestino y pintas flores no te van a coger en un comisariado. Cada situación es distinta, pero sí que hay algo en común que es el peso del conflicto en el que viven y lo difícil que es poder dejarlo. Quien lo ha vivido tiene el complejo de que ese conflicto no le ha dejado progresar en su carrera y quien no lo ha vivido y es ya de segunda generación tiene el complejo de que tiene que repetir algo que ni siquiera ha vivido en primera persona. Eso sí que veo que se repite. Cómo lo proyectamos nosotros.

El mayor logro de estos intercambios ha sido la experiencia directa. Todos necesitamos ese afecto, esa empatía, esa cercanía para poder construir sociedad, y en la distancia es muy difícil. Es cuando los conoces y generas un afecto es cuando les quieres proteger y empiezas a comprender su situación. En la distancia es muy difícil que eso suceda. 

Cuando los artistas van allí y vienen aquí, vemos que sí se construye esa comunidad.

“No es necesario al 100% que un artista exprese sus opiniones a través de su trabajo, pero sí creo que es necesario que una persona, sea artista o no sea artista, se posicione.”

¿Es obligación de un artista tomar partido y manifestarse todo lo que no funciona en este mundo o debe quedar siempre a su elección? Por otra parte, ¿un artista comprometido con causas sociales corre el riesgo de convertir su obra en propaganda panfletaria?

La propaganda es tan antigua como el arte mismo. El posicionarse o tomar partido ante un conflicto debería ser un proceso de madurez, se sea artista o no. Ahí entramos en un debate que hay en el mundo del arte desde hace mucho que es el de forma y contenido. ¿el arte es interesante solo a nivel formal?, Sí, claro que lo es. También existe un arte que es comprometido y que puede poner cuestiones encima de la mesa. La propaganda sería otra cosa distinta. No es necesario al 100% que un artista exprese sus opiniones a través de su trabajo, pero sí creo que es necesario que una persona, sea artista o no sea artista, se posicione.

Harás tareas de comisariado en la próxima edición de BasqueDokFestival, ¿puedes adelantarnos a grandes rasgos las líneas maestras que marcarán su programación? ¿Habrá espacio para las nuevas formas de generar imágenes basadas en la inteligencia artificial y que tan populares se han hecho?

Creemos en la escuela que la inteligencia artificial es un tema que ha de entrar, por lo que vamos a tratar de acercarnos a ello, desde proyectos locales de investigación sobre el tema. Por otro lado, nos suele gustar acercarnos a miradas internacionales de lo documental y también tratar la idea de documental más expandida, qué otros acercamientos pueden haber a lo documental que no sean los clásicos, que sean visiones más personales… y esas serían en general un poco las líneas de trabajo.

 

http://ixonesadabastudio.com 

 

 

 

 

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